El Programa mundial de mosquitos (WMP, por sus siglas en inglés), que es el proyecto de investigación apoyado por Gates y que trabaja para proteger a las comunidades del Dengue, Zika, Chikungunya y Fiebre amarilla, exporta hoy mosquitos modificados a países como Honduras.
Muchos de esos insectos, liberados en las naciones azotadas por esas enfermedades, provienen de la fábrica de Medellín, que es la mayor en su género en el mundo.
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Honduras comenzó en agosto pasado a liberar los mosquitos de laboratorio para combatir el dengue, que afecta a más de 10 mil personas, y espera soltar unos 9 millones en los próximos 6 meses, según la WMP.
La fábrica de mosquitos de Medellín produce unos 30 millones de huevos de mosquitos no transmisores por semana y, de acuerdo con investigadores, tendría la capacidad no sólo para frenar la propagación de esas enfermedades en Colombia sino en toda América Latina y El Caribe.
Los mosquitos son inyectados con la bacteria Wolbachia, descubierta hace casi 100 años, pero cuya efectividad para combatir la transmisión de las enfermedades mencionadas sólo se confirmó en 1997. Se trata de un microorganismo invisible a simple vista, pero cuya aplicación puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.
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La bacteria inyectada no deja que el virus de las mencionadas enfermedades se reproduzca y el mosquito pierde la capacidad de transmitirlo. El descubrimiento, por lo tanto, es el más revolucionario logrado hasta hoy en el control de estas enfermedades.
“Cuando los mosquitos Wolbachia son liberados, se reproducen con mosquitos silvestres hasta que, al cabo de varias generaciones, reemplazan a la población local de mosquitos. El método Wolbachia de WMP brinda protección a largo plazo contra enfermedades transmitidas por mosquitos sin representar ningún riesgo para los ecosistemas naturales o la salud humana”, dice a Portafolio Alex Jackson, director global de Relaciones con los Medios de WMP.
El método Wolbachia, como se lo conoce, se aplica actualmente en 12 países entre los que figuran Brasil Colombia Honduras y México en América Latina.
Las autoridades sanitarias de esos países han informado que ha reducido la incidencia de enfermedades como el dengue, que representa un grave problema de salud pública en ciudades como La Paz, capital del estado mexicano de Baja California Sur, que sufrió una epidemia con más de 8 mil casos confirmados entre 2013 y 2014.
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En Colombia, gracias a los diferentes cruces con Wolbachia en mosquitos como el Aedes Aegypti, uno de los mayores propagadores, la incidencia del Dengue en ciudades como Medellín, Bello e Itagüí se ha visto reducida 60%, en la capital, y en 80%, en los otros dos municipios, según datos de 2022.
“Wolbachia es una intervención única, segura, basada en evidencia para proteger a las comunidades contra el Dengue y otras enfermedades transmitidas por mosquitos”, explica Jackson.
“Los resultados de los sitios donde existe nuestro proyecto muestran que la incidencia del dengue es significativamente menor en las comunidades tratadas con Wolbachia en comparación con las poblaciones vecinas no tratadas”, agrega.
Se estima que el método Wolbachia protege hoy a 10 millones de personas en el mundo, gracias al descubrimiento y al trabajo emprendido por el profesor Scott O’Neill y su equipo desde los años 80 del siglo pasado, quienes, después, ganaron una subvención por US$6 millones de la Fundación Bill y Melinda Gates en 2004.
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Aunque la fábrica de mosquitos de Medellín es hoy la más grande del mundo en su género, la WMP planea invertir 19 millones de dólares y construir el 2024 en Brasil, el país más azotado por el dengue, la mayor fábrica global de mosquitos modificados del planeta.
La ubicación de esa fábrica aún está por confirmarse, pero el convenio ya se firmó y se estima que podría producir “hasta cinco mil millones de mosquitos Wolbachia cada año”, según Jackson.
En la ciudad de Río de Janeiro y en el cercano municipio de Niteroi, el método Wolbachia, que se aplica desde 2014, “ha reducido significativamente la incidencia del Dengue, Chikungunya y Zika”, precisa.
La reducción de los casos de Dengue fue del 70%; los de Chikungunya 60% y los de Zika 40%, de acuerdo con cifras del 2021 y, por eso, ahora se busca ampliar y aplicar la estrategia sanitaria en todo Brasil.
Localmente, “el área de Medellín tiene una larga historia de enfermedades transmitidas por mosquitos, con grandes brotes de dengue entre 2010 y 2016, que afectaron a más de 35.000 personas”, pero el número de infectados ha disminuido notablemente con el método Wolbachia, asegura la WMP.
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Redujo “las infecciones de dengue entre un 90 y 95% en la ciudad de Medellín y en dos municipios cercanos entre 2019 y 2022", dijo María Patricia Arbeláez Montoya, consultora de Epidemiología de Enfermedades Infecciosas del WMP.
Medellín se unió al Programa mundial de mosquitos tras un acuerdo con la Universidad pública australiana de Monash y el gobierno colombiano y a principios de 2016 se produjo en primer encuentro entre el WMP y la comunidad en el que se explicó la forma como Wolbachia previene las enfermedades transmitidas por mosquitos y la aceptación pública fue del 97%, según la entidad.
Los insectos modificados empezaron a liberarse en 2017, la fase de liberación concluyó en 2019 y en la actualidad la WMP recopila "datos sobre la incidencia del Dengue, Zika y Chikungunya en las áreas de liberación", afirma.
"La incidencia del Dengue en el Valle de Aburrá es un 95-97% menor" y se redujo entre los participantes residentes en vecindarios tratados con Wolbachia entre 2019 y 2021", precisa.
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Colombia se unió al WMP en 2013, después de Brasil e Indonesia y, desde el 2018 hace liberaciones de mosquitos modificados junto con esos países, Australia y Vietnam.
Según el investigador colombiano Iván Darío Vélez, que trabaja en el WMP, gracias el método Wolbachia, nuestro país cuenta hoy con el menor número de personas infectadas en el mundo con las enfermedades mencionadas.
GLORIA HELENA REY