Aunque parezca mentira, hay una buena noticia de Washington: en un inusual voto bipartidista, la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley que aumentaría la ayuda a Centroamérica para abordar las causas de fondo de la migración, en lugar de recortar la ayuda externa a la región como lo ordenó tontamente el presidente Donald Trump.
En una votación unánime del 15 de julio, la mayoría demócrata y la minoría republicana en la Cámara de Representantes aprobó el proyecto que otorgaría 577 millones de dólares en nuevos fondos para El Salvador, Honduras y Guatemala, los llamados países del Triángulo del Norte, el próximo año.
Si bien los republicanos no lo admiten públicamente, fue un rechazo público a la reciente decisión de Trump de recortar 370 millones de dólares en ayuda estadounidense a estos países centroamericanos.
Este proyecto de ley pondrá a prueba si Trump realmente quiere reducir la inmigración ilegal o si, como sospecho, prefiere que su falsa “crisis migratoria” se prolongue para tener un tema que le permita energizar a sus seguidores en las elecciones de 2020. Si Trump se opone a este proyecto de ley, como probablemente lo hará, será la indicación más clara de que su posición migratoria es pura demagogia política.
“En lugar de cortar la asistencia a Centroamérica, deberíamos profundizar nuestro apoyo a la gente de El Salvador, Guatemala y Honduras. La manera más efectiva de hacerlo es crear más oportunidades para quienes viven allí”, dijo el congresista demócrata Eliot. L. Engel (Nueva York), el patrocinador del proyecto de ley.
El congresista republicano Michael McCaul (Texas), copatrocinador del proyecto, dijo que la legislación propuesta “da prioridad al desarrollo económico, fortalece las instituciones democráticas y apoya el trabajo de las organizaciones religiosas comprometidas a mejorar la situación de los jóvenes en riesgo”.
Los autores del proyecto de ley dicen que no les están dando un cheque en blanco a los gobiernos corruptos. Gran parte de los nuevos fondos se destinarían a organizaciones no gubernamentales que ayudan a crear empleos y luchar contra la corrupción, dicen.
Asimismo, el proyecto exige sanciones financieras y la negación de visas para entrar a Estados Unidos a funcionarios y empresarios corruptos de los países del Triángulo Norte. Además, el proyecto de ley requeriría que Trump trabaje con México en un plan regional para reducir la pobreza y la violencia en Centroamérica.
Pero, como les decía recientemente, hay fuertes razones para preguntarse si Trump está realmente interesado en abordar las causas de fondo de la migración centroamericana.
La reciente decisión de Trump de recortar 370 millones de dólares en ayuda estadounidense a naciones del Triángulo Norte solo ayuda a empeorar la situación en estos países, y hacer que más gente decida migrar hacia el norte. Si Trump realmente quisiera reducir la migración de centroamericanos, ¿por qué haría algo que producirá el efecto contrario?
Trump también se niega a aprobar fondos para enviar más jueces de inmigración a la frontera para procesar solicitudes de asilo. Eso está haciendo que se acumulen cada vez más solicitudes, dando la impresión de una gran “crisis” en la frontera. ¿Por qué Trump no manda más jueces a la frontera? Gran parte del discurso de Trump sobre los indocumentados es un engaño. Sigue hablando de una supuesta “crisis de inmigración”, pero, como lo demostró en un estudio reciente del Pew Research Center, el número total de inmigrantes indocumentados en EE. UU. ha disminuido de 12,2 millones en 2007 a 10,5 millones en 2017.
Es cierto que últimamente han habido caravanas de migrantes centroamericanos, pero el número total de indocumentados en Estados Unidos sigue estando por debajo de sus niveles de 2007, dicen los expertos.
¿Apoyarán suficientes senadores republicanos este proyecto como para convertirlo en ley y enviarlo a Trump para que lo firme? O, como es costumbre, ¿seguirán temiendo que Trump se enoje con ellos y apoye a algún rival en sus distritos que pueda ganarles en las próximas elecciones?
Es demasiado pronto para saberlo. Pero si el Senado no apoya esta iniciativa bipartidista de la Cámara de Representantes, y si Trump finalmente no la convierte en ley, será la evidencia más clara que la política migratoria de Trump es un engaño. No se va a lograr reducir la migración de centroamericanos empobreciendo aún más a sus países.
Andrés Oppenheimer
Corresponsal y columnista de The Miami Herald y El Nuevo Herald