El país requiere discutir, concertar, tramitar y aprobar tres grandes reformas sociales. La pensional, del mercado laboral y de salud. Buena parte del legado del Presidente se juega en esos proyectos de ley. Una cosa es clara: hoy no están listas.
La Ministra de Trabajo ha establecido un cronograma de concertación y elaboración de los proyectos, según el cual podrá presentar el de reforma laboral en marzo y el de pensiones en abril. Ella ya mostró que puede conciliar: el aumento del salario mínimo, por ejemplo, y ha venido dialogando sobre los temas no sólo con quienes ya están de acuerdo con las reformas, sino también con quienes han expresado temores y dudas.
Si bien ya hay un listado de temas que serán incluidos en la propuesta, falta concretar el articulado y los soportes técnicos. Optó por el camino de avanzar al mismo tiempo en la concertación y la elaboración de los proyectos.
La pensional será presentada en abril y, por eso, es muy difícil que pueda ser tramitada antes de terminar el actual período legislativo.
En el caso de la reforma de salud la situación es distinta. Como ha reconocido la Ministra en las diversas entrevistas, el proyecto aún no está listo. Le faltan los soportes técnicos, la viabilidad fiscal y el visto bueno del Presidente y del resto del gabinete.
Respecto a la concertación, la Ministra optó por un camino distinto: avanzar en su propuesta y dejar la discusión con quienes tienen dudas sobre el proyecto para más adelante. De hecho, ha anunciado que concertará en el escenario del Congreso.
Entre quienes tienen dudas y reparos a lo que hasta el momento se ha conocido hay miembros del gabinete, como el Ministro de Educación y de su propio partido político, como el presidente del Congreso. Esto anticipa que aún si se presentara en marzo, que hoy no es seguro, llegará al Congreso en un ambiente de discusión y discrepancias sobre su contenido, que harán más difícil y lento su trámite.
He escuchado con atención a las dos funcionarias y creo que en el diagnóstico hay elementos importantes y valiosos, así no comparta la totalidad del mismo. En lo personal me gusta más el estilo de la ministra, Gloria Inés Ramírez, quien sin ceder en los principios y en los temas en que ella cree se ha mostrado abierta a escuchar voces distintas y a no descalificar a sus contradictores. En el caso de la ministra, Carolina Corcho, es claro que conoce del tema y habla con propiedad sobre el mismo, pero ha mantenido un nivel de pugnacidad y descalificación de las voces diferentes, que no comparto y le restan espacios para el consenso.
Me atrevo a anticipar que este semestre podría pasar la reforma laboral y que será en octubre, luego de las regionales y con una nueva realidad política, que el Congreso discutirá a fondo las reformas de pensiones y salud.
César Caballero
Gerente Cifras & Conceptos S.A.