En la última década, América Latina ha sido líder en diversos frentes de la economía verde. La mayoría de los países está incluyendo en sus políticas de desarrollo proyectos de reducción de emisión de gases de efecto invernadero, protocolos regionales innovadores y marcos normativos avanzados para promover el desarrollo sostenible y el crecimiento verde.
En esta tarea, los bancos nacionales de desarrollo (BND) son canales muy potentes. Son agentes clave para que las estrategias nacionales hagan la transición hacia economías de bajo carbono y resilientes al clima. Ofrecen la combinación perfecta: tienen mandato público, capacidad para canalizar financiamiento nacional e internacional, amplia experiencia en la materia, y fuertes vínculos con el sector privado y los mercados locales.
Casos como el de Findeter (Colombia), y su rol en programas sostenibles de alumbrado público, o el de Cofide (Perú), que ha financiado el transporte público más verde, así como Fira (México), que ha apoyado el uso sostenible del agua en el sector rural, son algunos de los ejemplos que demuestran la capacidad de estos organismos y su rol en el estímulo de proyectos verdes.
Para continuar con esta tarea, expertos en el tema se reunirán el 17 y 18 de octubre en Cartagena, para discutir una nueva herramienta para el financiamiento sostenible. Los esquemas de garantías sostenibles serán el tema central en este taller regional coorganizado por el Banco Interamericano de Desarrollo, en colaboración con la Asociación Latinoamericana de Instituciones Financieras para el Desarrollo (Alide) y Findeter.
Los BND ya saben de primera mano que las garantías pueden ser una forma eficiente de utilizar el dinero público. Si se les diseña manteniendo un buen equilibrio entre los intereses del garante y el prestamista, y es económicamente sostenible, el apalancamiento que genera un esquema de garantía puede convertirse en un instrumento eficaz para la implementación de los mandatos públicos. Las garantías pueden ayudar a obtener financiamiento del sector privado para nuevos sectores o actividades, tales como la eficiencia energética y la energía renovable. Compartiendo y ayudando a disminuir los riesgos del prestamista, se puede fomentar que los bancos comerciales tengan en cuenta aquellas áreas que antes percibían como riesgosas.
Las garantías no pueden cubrir todas las necesidades de financiamiento de la región por sí mismas, y aún hay que eliminar las barreras que enfrentan la mayoría de sectores verdes. No obstante, desarrollar la capacidad para evaluar las nuevas tecnologías correctamente, catalizar los esfuerzos públicos para elaborar marcos normativos de apoyo, y ayudar a estructurar la demanda y proporcionar la planificación necesaria de proyectos rentables puede asegurar la disponibilidad de liquidez en condiciones adecuadas.
Los esquemas de garantía son una pieza importante del rompecabezas. Cuándo y cómo usarlos para maximizar los beneficios, es lo que discutirán los BND y expertos en Cartagena.
Isabelle Braly
Consultora, División de Mercados de Capital e Instituciones Financieras del BID