El cambio de era ha llevado a los países a una carrera por los nuevos recursos estratégicos globales y a definir el camino que deben seguir tras la crisis. Tal es el caso de Alemania que necesita reposicionarse y está buscando socios en Asia, África y Suramérica.
Esta política ha llevado a su canciller, Olaf Scholz, a Brasil, Chile y Argentina, para obtener las materias primas, en especial el litio, el nuevo oro blanco que necesita para la transición energética y para esquivar a Rusia y a China. Es la carrera por los estratégicos recursos globales en la que Alemania participa para defender su industria en el nuevo orden internacional.
El nuevo oro blanco se necesita para las baterías modernas, los computadores, celulares y automóviles eléctricos. La burbuja del litio refleja el dilema del auge de las tecnologías de electromovilidad y energías limpias y de la actual transformación tecnológica e industrial.
Alemania busca conservar su bienestar sin perder de vista a Europa. El negocio alemán es la exportación, pero las estrategias de poder de Rusia y China han descolocado el mercado global y por eso quiere ahora maniobrar y está buscando socios en Asia, África y Suramérica.
Al mismo tiempo existe el riesgo de que las empresas alemanas trasladen su producción. Los expertos reclaman que el Estado intervenga, que el Gobierno desarrolle una política industrial que defienda su economía del empuje chino y estadounidense, y que vuelva a una política económica de oferta.
Para fortalecer Europa en un mundo cada vez más inseguro Alemania busca entrelazar las políticas energética, climática, comercial y la estrategia de seguridad europea. Solo así garantizara la capacidad europea de reaccionar en un nuevo orden internacional cada vez más determinado por juegos de poder.
Si bien es cierto que Alemania se orientará hacia Europa quiere abastecerse con los recursos que le ofrecen las países latinoamericanos, especialmente del litio. De ahí el viaje del Canciller a los países que gozan de estos recursos. Chile tiene la tercera mayor reserva mundial de litio con 9,6 millones de toneladas, detrás de Argentina, con 19,3 millones, y de Bolivia, con 21 millones.
El año pasado Chile fue el segundo productor mundial con un estimado de 39 mil toneladas métricas, después de Australia, con 61 mil toneladas.
En Colombia, estamos muy atrasados. Hay indicios de yacimientos de litio en las regiones de Paipa, Tibasosa, Firavitoba y Toca. Además, se estima que los depósitos se extienden hacia el norte, hasta el departamento de Santander, y hacia el sur hasta Cundinamarca. (Servicio Geológico Colombiano SGC). Nos queda mucho por hacer.
MANUEL JOSÉ CÁRDENAS
Consultor internacional