La Cepal acaba de presentar un informe sobre el progreso y los desafíos regionales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en América Latina y el Caribe, destacando como los países de la región se encuentran en la mitad del camino para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la mencionada Agenda.
Sobre la base de las capacidades institucionales forjadas en estos últimos ocho años a partir de la construcción de procesos y mecanismos institucionales a cargo del seguimiento y el análisis de los progresos hacia el cumplimiento de los ODS, la Cepal hace un llamado para trabajar en varias iniciativas transformadoras que, por su capacidad sinérgica y su visión de futuro, pueden convocar a múltiples actores y repercutir positivamente en diversos ODS, en forma simultánea.
En este contexto, la Cepal ha identificado áreas de acción que cuentan con la capacidad sinérgica de impulsar simultáneamente el logro de diversos ODS. La efectividad de los esfuerzos en esas áreas dependerá de la capacidad de crear alianzas en las que participen diversos actores, así como de la mejora de las capacidades de gobernanza pública y de las capacidades institucionales multinivel de los países y actores subnacionales.
Esas áreas son: 1) Transición energética e industrias relacionadas. 2. La bioeconomía: agricultura sostenible y bioindustrialización. 3. La transformación digital. 4. La promoción de las exportaciones de servicios modernos habilitados por Internet. 5. La sociedad del cuidado y la igualdad de género. 6. Turismo sostenible. 7. Integración regional. Estas áreas podrían complementarse con las actividades previstas por el Gobierno en su política de reindustrialización.
La idea es que la experiencia en la ejecución de estas iniciativas se documente desde un principio para establecer una especie de manual o libro blanco que posteriormente sirva para poner en marcha acciones o políticas similares en otros ámbitos, sectores, temas, regiones y territorios, encaminadas a acelerar otros ODS y sus respectivas metas.
Estas iniciativas podrían ilustrar cómo ser efectivos en la aplicación de políticas. La novedad no está tanto en los titulares de las iniciativas, sino en el ámbito de la gobernanza, es decir, de los procedimientos, métodos y procesos necesarios para su implementación y ejecución.
Por ello, haría falta realizar un seguimiento continuo para evaluar el progreso de las iniciativas e ir corrigiendo de inmediato las fallas que pudieran existir o las ausencias que se pudieran notar. En todo este proceso resulta fundamental no solo la participación activa del Gobierno sino de la sociedad civil y el sector privado, así como el apoyo y la colaboración internacional. El solo apoyo gubernamental no basta.
Manuel José Cárdenas
Consultor internacional
