“Dos gobernadores destinan recursos de sus departamentos para la construcción de un mismo corredor férreo, pero al momento de encontrarse se dan cuenta de que los dos segmentos están separados por varios metros de distancia”, es la anécdota que cuentan los profesores en clase para ilustrar la desarticulación territorial en la planeación del transporte.
Se trata de realismo mágico moderno gestado años atrás, debido a la ausencia de una visión estratégica común. El Ministerio de Transporte está solucionando tal dificultad con diligencia.
Comparable es también que se presenten 417 propuestas de iniciativas privadas de transporte, de las cuales se suelen rechazar más de un 90%. Es un problema que nace de la falta de señales claras del sector público a proponentes privados sobre lo que se considera un proyecto que agregue valor público.
Y es que el palo no está para cucharas. No podemos desperdiciar esfuerzos privados que pueden generar empleos y competitividad por fallas en comunicación. Como lo he venido sosteniendo, solo lograremos levantarnos más fuertes de esta pandemia si el sector privado y público trabajan coordinadamente y con una visión de largo plazo.
La planeación integral, en este sentido, es fundamental en un sector que opera en red y necesita del mayor grado posible de coordinación interinstitucional e interregional. La solución fue creada por el Decreto 946 de 2014, y su implementación ha sido reiterada en el Plan Maestro Intermodal de Transporte (PMTI), las recomendaciones de la Ocde, y la Comisión de Expertos de Infraestructura 2019, coordinada desde la Vicepresidencia.
Por eso, me complace anunciar que, con el Ministerio de Transporte, lanzaremos la Unidad de Planeación de Infraestructura y Transporte (UPIT) en septiembre de este año.
Una instancia que contará con fortaleza institucional para que no ceda a ciclos políticos que tanto mal le hacen al desarrollo de la logística y la competitividad. La UPIT será una entidad técnica, con gobierno corporativo, adscrita al Ministerio de Transporte y con competencia visionar toda la red intermodal de transporte.
Para ello, concluimos en la pasada Comisión Intersectorial de Infraestructura –la cual presido– que el director o directora fuera escogido/a con ayuda de un cazador de talentos. El Ministerio de Transporte ya inició ese proceso y muy pronto la/o designaremos.
La UPIT será el centro de control de los proyectos de infraestructura; una instancia donde se originará y se culminará la prefactibilidad de cualquier proyecto. Este cambio permitirá corregir una gran falencia en el proceso de estructuración porque se escogerá si un proyecto debe pasar a etapa de factibilidad por obra pública (Invias o Aerocivil) o por Asociación Público-Privada (ANI). Hoy los proyectos entran directamente a las entidades, lo cual no alinea bien sus incentivos al momento de escoger cuál es el mejor esquema para una iniciativa en particular.
Es muy importante recalcar que el DNP será un aliado estratégico para dar a la UPIT una visión multisectorial, y que esta buscará alinear proyectos nacionales con los proyectos planeados desde las regiones y municipios. Así avanzaremos en uno de mis propósitos: la coordinación y generación de sinergias Nación-Región.
El 2021 será decisivo para la planeación de largo plazo del sector, porque a través de la UPIT se actualizará el PMTI haciendo uso de la buena práctica de que, si cada tanto cambian las tendencias, también lo debe hacer la planeación. Además, se estructurará el programa de accesos urbanos con las instancias territoriales.
Se viene la planeación articulada y de largo plazo y, con ella, garantizar que este país avance como un tren de alta velocidad.
Marta Lucía Ramírez
Vicepresidente de la República