Con ocasión de la celebración de la Semana Mundial del Turismo, el próximo 29 de septiembre, es oportuno reflexionar sobre la sostenibilidad de sus destinos y la forma de hacerlos más competitivos.
Desde la perspectiva de Cartagena, el principal destino de turismo del país, después de Bogotá, hemos avanzado en esta dirección. Mediante un trabajo público privado –en el que participaron 45 entidades de la ciudad– logramos certificar como destino de Turismo Sostenible el Centro Histórico, San Diego y Getsemaní, y fijar comités de seguimiento que garanticen, en el tiempo, la permanencia de la certificación.
En una ciudad que tendrá en el 2017, 14 mil habitaciones hoteleras frente a las 10.300 que tiene hoy, no podemos quedarnos cruzados de brazos a la espera de que lleguen los turistas que las ocuparán. Tenemos que ser proactivos para garantizar la sostenibilidad destino, y su crecimiento.
Para ello, no basta con trabajar para tener la ciudad como una tacita de plata, con ofrecer cada vez mejores atractivos, con certificarse, o con afianzar los trabajos de promoción de Cartagena en Colombia y el mundo, sino que debemos trabajar por la conectividad aérea.
Hay una relación directa entre la conectividad de los destinos y las llegadas de turistas para ocupar la oferta hotelera. Por ejemplo, un destino como Cancún tiene 39.000 habitaciones –casi cuatro veces la cantidad de habitaciones que tiene Cartagena–, registra 4,3 millones de visitas de turistas extranjeros y cuenta con 729 frecuencias directas internacionales, a la semana. Ello, frente a 256.000 visitas de turistas extranjeros que registra Cartagena y 46 frecuencias directas internacionales. Lo anterior lo que nos indica es la relación entre causa y efecto entre conectividad y ocupación.
Por esto, si, como lo ha dicho el Gobierno Nacional, queremos que el turismo sea cada vez más un motor de desarrollo de la economía y de la generación de empleo, debemos avanzar hacia el establecimiento de políticas de cielos abiertos y de aprobación de quintas libertades aéreas, que permitan incrementar el número de viajeros al país. Este punto de vista debe ser tenido en cuenta en el contexto de la discusión que se comienza a dar sobre una posible sobreoferta de habitaciones en el país, como fruto de las exenciones tributarias consagradas por la ley, las cuales vencen en el 2017.
No debemos asustarnos ante la llegada de nuevos hoteles y nuevas cadenas, bienvenidos los inversionistas, pues ellos son quienes desarrollan los destinos. Lo que tenemos que hacer es, insisto, trabajar por una mayor conectividad, si queremos tener cifras de turismo sin precedentes en el país.
Zully Salazar Fuentes
Presidenta ejecutiva, Corporación Turismo Cartagena de Indias