Los gobiernos de los países más poderosos de la comunidad internacional respaldaron al Gobierno de Mariano Rajoy y abogaron por encontrar una solución.
La tarea podría chocar con la desobediencia de miles de funcionarios y simpatizantes de la causa independentista. Se esperan huelgas, boicots y actos de desobediencia.
Las medidas aprueban destituir al presidente regional catalán y a todos los miembros de su gabinete, así como a limitar las funciones del Parlamento regional.