En la Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial en París, un centenar de líderes mundiales acordaron impulsar un nuevo sistema monetario internacional basado en la justicia y la igualdad.
Buscan reformar el acuerdo de Bretton Woods, establecido en 1944, con el argumento de que no se ajusta a las necesidades actuales, especialmente la desigualdad y el cambio climático.
Allí el presidente Gustavo Petro, reiteró la propuesta que hizo al presidente Joe Biden, de canjear deuda externa por bonos de acción climática. Afirmó que “podría ser el primer salto adelante de la humanidad, para afrontar su principal problema que es la crisis climática”.
De esta forma se aliviaría el costo de la deuda externa de los países subdesarrollados, en muchos casos deudas ilegítimas contratadas por dictaduras, cuyos recursos se fugaron a paraísos fiscales y que pesan sobre los países pobres.
Así se podrían liberar recursos para la protección ambiental lo cual tendría un impacto benéfico global. Proteger la Amazonia, reserva ambiental para todo el mundo ubicada en América Latina, debería ser un objetivo de interés global.
La iniciativa se convertiría en un Plan Marshall mundial e implicaría reformas al FMI, para que emita Derechos Especiales de Giro (DEGs) para financiar un fondo para mitigar los efectos climáticos y financiar la transición hacia energías sostenibles.
Ello implicará por supuesto un diálogo entre países en desarrollo y países desarrollados, en una instancia formal, como las Naciones Unidas y estas conferencias son, por ahora, solo exploratorias.
El presidente colombiano propuso que parte de los ingresos podrían generarse con un impuesto a las transacciones financieras internacionales, propuesta por el Nobel de Economía, James Tobin, ahora destinado a financiar acciones climáticas.
Se propone complementarlo con reducciones de la deuda pública de los países pero no implicaría condonación, pues ello pondría en riesgo los sistemas de pensiones poseedores de bonos de deuda. Por ello se priorizaría la emisión de DEGs a nivel mundial.
Esta propuesta reconoce un evidente rezago entre las políticas y condiciones de los préstamos multilaterales y los nuevos desafíos globales.
El economista, Pablo Andrés Figueroa, ha destacado que un enfoque nuevo en el sistema de financiamiento externo supone reformas institucionales en el sistema multilateral que conviertan esas propuestas en políticas con soporte de los Estados miembros.
El presidente francés, Emmanuel Macron, compartió la idea expuesta por Petro e incluso habría llegado a proponer “unas mesas técnicas con los demás estados para elaborar una propuesta conjunta que será impulsada en la COP28”.
Este diálogo multilateral seguirá en Cartagena, entre el 4 y 6 de septiembre, ya que la banca de desarrollo y los gobernantes se reunirán y “los banqueros más importantes del mundo y la banca de desarrollo, estudian la reestructuración del sistema financiero mundial para superar la crisis climática”, trinó Petro.
BEETHOVEN HERRERA VALENCIA
Profesor Emérito Universidad Nacional de Colombia y de las Universidades Javeriana y Magdalena.
