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19 dic 2023 - 4:23 p. m.

Desafíos del suministro eléctrico: una mirada desde EPM

Vertedero EPM

El país depende en gran medida de embalses para almacenar agua y garantizar la oferta de energía.

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Portafolio
19 dic 2023 - 4:23 p. m.

El fenómeno de El Niño, originado por el calentamiento del agua superficial del océano Pacífico, suele traducirse en una disminución de las lluvias, especialmente en las regiones occidental y central de Colombia.
A pesar de este patrón seco que prevaleció durante agosto, septiembre y la primera quincena de octubre, la llegada de fenómenos asociados al mar Caribe, como la temporada de huracanes, ha generado lluvias beneficiosas para el país.

Este panorama, aunque positivo, se percibe como pasajero, y se proyecta que las condiciones deficitarias de El Niño persistirán hasta abril del próximo año, según agencias internacionales. Frente a la complejidad que conlleva, la gestión de los embalses emerge como un elemento crítico en este escenario.

Alberto Mejía Reyes, gerente del Mercado de Energía Mayorista de Generación de EPM, señala que el país depende en gran medida de embalses para almacenar agua y garantizar la oferta de energía. Colombia tiene embalses con gran capacidad de almacenamiento, como puede ser el embalse del Peñol; pero también una gran cantidad de nuestras plantas de generación tienen embalses de muy baja capacidad de almacenamiento en proporción con su capacidad de generación. Cuando hacemos una ponderación de todos los embalses del país y calculamos en cuánto tiempo se desocupan atendiendo la demanda del sistema, eso nos da más o menos tres meses.
El enfoque estratégico de EPM se centra en prepararse para la estación de verano, de diciembre a abril, cuando las lluvias disminuyen considerablemente.

Para mantener los embalses en niveles adecuados, la empresa debe reducir la generación hidráulica, elevando los precios de oferta por encima de las térmicas para favorecer su participación en la generación. Mejía manifiesta que este proceso es crucial para garantizar la disponibilidad de agua durante la estación seca.

“Si nosotros no tuviéramos embalses, la hidráulica produciría muy poca energía porque las lluvias disminuyen muchísimo por el ciclo estacional y la térmica que tenemos instalada por sí sola no tendría la capacidad de atender toda la demanda en la estación de verano. Por esto, necesitamos tener una reserva en los embalses que vamos a empezar a usar desde diciembre hasta abril”, comenta.

Lo anterior tiene un impacto directo en el precio de la energía, pues se requiere establecer un equilibrio entre la generación hidráulica y térmica en el contexto de la gestión de embalses.

Para poder mantenerlos en niveles adecuados, EPM necesita reducir la generación hidráulica y este ajuste se logra al establecer precios de oferta más altos que los de las térmicas, lo que impulsa a estas últimas a asumir la generación.

Al abordar el impacto en las tarifas para los usuarios colombianos, Mejía explica que la factura eléctrica tiene varios componentes. La generación, que incluye precios de contratos de largo plazo y precios de bolsa, afecta la tarifa del usuario.

Durante El Niño, con precios de bolsa elevados debido a la escasez y la necesidad de generación térmica, se busca minimizar el impacto en los usuarios.

Los comercializadores, que también son distribuidores, juegan un papel crucial en la gestión de contratos y la adquisición de energía para garantizar una cobertura que proteja a los usuarios de la volatilidad del precio de bolsa.

EL CARGO POR CONFIABILIDAD BUSCA EVITAR QUE SE PRESENTE UN RACIONAMIENTO DURANTE EL NIÑO
“Tenemos el cargo por confiabilidad dentro del componente de generación de la factura. Este cargo se paga a los generadores por su disponibilidad y capacidad para atender la demanda en épocas críticas y garantiza la no repetición de apagones como los ocurridos en 1992”, agrega Mejía.

En términos de demanda y oferta de energía, el funcionario destaca que, en condiciones normales o de La Niña, la hidráulica atiende alrededor del 80 al 90 por ciento de la demanda, mientras que las fuentes eólicas y solares son aún marginales.

En contraste durante El Niño, la generación térmica puede llegar a representar hasta un 45 por ciento de la demanda. Por lo anterior, y según el análisis del Consejo Nacional de Operación, el país no enfrentaría riesgos energéticos ni racionamientos durante este fenómeno ambiental. El buen manejo de los embalses y la disponibilidad de plantas térmicas respaldan la capacidad del país para atender la demanda.

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