Este viernes el presidente Iván Duque anunció la reactivación de las órdenes de captura de los jefes de la guerrilla del Eln luego del atentado terrorista en la Escuela de Policía General Santander, que dejó un saldo de 21 personas fallecidas y 68 heridos. Un acto que se suma a los recientes ataques del grupo guerrillero al Centro Comercial Andino y la Macarena, en Bogotá.
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Estas acciones alejaron al Gobierno y al grupo guerrillero de la mesa de negociación que fue suspendida anoche, lo cual podría desembocar en una intensificación del conflicto entre ambas partes. Al respecto, Portafolio.co habló con tres analistas en seguridad sobre las consecuencias que podría traer en materia económica un escenario como el descrito.
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Camilo González Posso, presidente de Indepaz, considera que podría darse un desestimulo de la inversión en el país, dado que la imagen de Colombia en el mundo está muy marcada por el hecho de que se firmó la paz y que hay mejores garantías de seguridad y estabilidad para los negocios.
“En este momento hay en curso iniciativas de inversión que superan los 10.000 millones de dólares para los próximos cinco años, que nosotros tenemos identificadas, y muchos de esos proyectos son reversibles, se pueden congelar, se pueden hacer más lentos por las condiciones en los territorios”, manifestó.
Para Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para Análisis del Conflicto (Cerac), un atentado como el de la Escuela General Santander es “un tema tan serio que pone en cuestionamiento una operación como la venta del 8,9 por ciento de Ecopetrol”.
Según Restrepo, con la suspensión de los diálogos con el ELN y la interrupción de esa mesa de negociación, es muy probable que haya un aumento de la intensidad violenta de ese grupo, principalmente dirigida contra la infraestructura.
“Este hecho, junto con el de Barranquilla hace un año, muestra que el ELN ha dado un giro hacia acciones más radicales, cercanas al fundamentalismo y que muestran una situación de riesgo mucho mayor, más que de inseguridad, en particular para todas las empresas que operan en las áreas de influencia”, precisó.
Por su parte, el general Jaime Ruíz, presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro (Acore), señaló, en cuanto al hecho de terrorismo como tal, "que el terrorismo no tiene un marco, no tiene limitación y el propósito del ELN es presionar, confundir a la población civil para forzar una negociación”, comentó.
Ruiz también indicó que desde Acore se ha planteado la necesidad política de dar más instrumentos a la Fuerza Pública para poder proceder con mayor efectividad.
“Esto que ocurrió en el Centro Comercial Andino, en la Macarena, todo hecho por el ELN, fue resuelto con personas identificadas y capturadas, pero no hubo un instrumento jurídico para tipificar algunas conductas y poderlos encarcelar”, concluyó.