Quedaron atrás las épocas en que las exportaciones de papa superaban a las importaciones. La última vez que se hizo un registro de este estilo fue en 2009, cuando las ventas externas llegaron a 21.974 toneladas y las compras, a 6.380 toneladas, lo cual dio un superávit de 15.596 toneladas.
El dato más reciente de Fedepapa indica que “la balanza comercial nacional de los productos derivados de papa continúa registrando un déficit ubicado en 22.149 toneladas, explicado por unas importaciones muy superiores a las ventas en el exterior del producto, especialmente la transformada y congelada”.
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Es así como a mayo de 2018, se han importado más de 22.000 toneladas de papa; este valor es superior por 6.293 toneladas a las registradas al mismo periodo del año anterior.
“Como siempre, el 99% de la papa que ingresa al país son precocidas congeladas (correspondiente a la subpartida arancelaria 2004.10.00.00). Sus principales orígenes fueron Bélgica con 61%, seguido de Holanda con 24%, Estados Unidos 7%, Canadá 5% y Alemania 2%”, explicó el estudio del gremio.
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En términos de valores, a mayo, van US$20,7 millones en e importaciones.
Por el lado de las exportaciones, en el periodo enero-mayo de 2018 esas sumaron US$1.290, cifra 13% superior a la registrada en el mismo lapso del año anterior. En volumen, se exportaron cerca de 589 toneladas, 0,6% más que en el mismo periodo del 2017. “Sin embargo, el aumento de las exportaciones no se compara con el de las importaciones”, añadió Fedepapa.
Los principales destinos de ventas externas de la papa nacional son Estados Unidos, Japón, Curazao, España, Panamá, Aruba, Canadá y México.
Vale recordar que esta industria está a la espera de lo que decida el Ministerio de Comercio, que tiene una investigación en curso por una denuncia de un posible dumping de papas congeladas que provienen de Países Bajos, Alemania y Bélgica.
En este sentido, Germán Palacio, gerente general de Fedepapa, ha pedido en varias ocasiones a la cartera de Comercio que imponga unas medidas cautelares.
