Mientras el gran pico de lluvias tiene lugar en la zona Andina y Caribe, las regiones de la Amazonía y de la Orinoquía lo tendrán en julio. Así lo describió Ómar Franco, director del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), al especificar que en la zona Andina debe haber “alerta máxima” de aquí a la segunda semana de junio, porque habrá bastantes precipitaciones.
“La particularidad no está en el numero de días que tendremos de lluvia sino en la intensidad y saturación de estas”, confirmó el director.
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Igualmente, agregó que “este es el pico de la temporada de lluvias para la zona Andina y Caribe. Hemos registrado precipitaciones importantes en la Costa Caribe producto de las ondas tropicales”, dijo Franco a medios radiales.
Esto llevó al Ideam a decretar la alerta roja en varios ríos de la zona Andina, tales como La Miel, Nare y Guarinó.
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Del lado de la región Caribe, se emitió alerta naranja para el río Atrato, Ariguaní, río Cesar y probabilidad de niveles altos en el bajo Sinú, según el Ideam.
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Asimismo, las fuentes hídricas conocidas como Lebrija, Sogamoso, Fonce y Ponce están en niveles críticos, mientras que el río Guaviare tiene zonas de desbordamiento. Por su parte, el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, Carlos Iván Márquez Pérez, aseguró que la temporada no tiene la presencia de los fenómenos climáticos de ‘La Niña’ o ‘El Niño’, aunque hasta el momento deja 15 muertos y 3.371 familias afectadas. Márquez detalló que este año han ocurrido 199 eventos, entre deslizamientos, vendavales, crecientes, inundaciones y crecientes súbitas. Los departamentos más afectados por las lluvias han sido Cundinamarca, Antioquia, Santander, los también centrales Tolima y Boyacá y los sureños Caquetá y Huila.
Para el segundo semestre, el director del Ideam explicó que hasta el momento “no hay ningún modelo que arroje alguna condición en particular de variabilidad climática de ‘El Niño’ o ‘La Niña’, que pueda afectar las condiciones normales del clima del país para la segunda mitad del año”.
El curso normal de las condiciones de precipitaciones indica que de junio a agosto habría menos lluvias, en septiembre se daría una fase de transición, para luego entrar a la fase de precipitaciones de final de año, que se da en octubre y noviembre.
ALERTAS DE DESLIZAMIENTO
Ómar Franco, director del Ideam, manifestó que “más allá de que las lluvias sean importantes para los agricultores, lo claro es que sean bien aprovechadas y administradas, y por supuesto que ellos tomen las medidas preventivas asociadas a estas precipitaciones”. Esto al recalcar que es un ejercicio de planeación en los procesos de producción. “Hay un riesgo, dado que los suelos han venido recibiendo bastantes precipitaciones y se ha generado una saturación importante, que podría causar posibles deslizamientos como se vienen registrando en algunas vías del país”, dijo Franco, al pedir monitoreo de las autoridades.
EFE/Economía y Negocios