La desaceleración global de la economía en 2023 es un escenario que cada vez está adquiriendo mayor fuerza ante la consolidación de los fenómenos macroeconómicos que han perdurado a lo largo del 2022, como la alta inflación, la política alcista de tasas de interés para controlarla y la guerra en Ucrania.
(Lea: La desaceleración y tasas de interés, los grandes desafíos globales).
Y así, a medida que se acerca el final del año, cada vez más entidades recortan sus previsiones sobre el crecimiento del producto interno bruto para el próximo año.
La más reciente en hacerlo fue la propia Organización Mundial del Comercio que, este miércoles, corrigió su pronóstico del crecimiento del PIB mundial para 2022, el cual será de 2,8%, al tiempo que recortó al 2,3% la expectativa para 2023 desde el 3,2%, previamente emitido en abril.
Al mismo tiempo, rebajó al 1% desde el 3,4% sus pronósticos sobre el crecimiento del comercio mundial para 2023, como consecuencia de la desaceleración de las principales economías del mundo por la guerra en Ucrania y el fortalecimiento de la política monetaria.
(Vea: Crecimiento de Colombia se ralentizaría al 2,1% en 2023: Banco Mundial).
Decrecimiento.
Los analistas de la organización también revisaron al alza sus estimaciones para el 2022, pasando de 3% en abril al 3,5% para octubre.
La directora general de la organización, Ngozi Okonjo-Iweala, señaló que una reducción de las cadenas de suministro globales “solo profundizaría las presiones inflacionarias, lo que conduciría a un crecimiento económico más lento y a una reducción de los niveles de vida con el tiempo”.
Hace una semana, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) entregó su balance de perspectivas en la que recortó a 2,2% la meta para el crecimiento económico para el próximo año.
La institución también revisó al alza las previsiones de la inflación, a un 8,2% y 6,6% en 2023.
"La economía mundial ha perdido impulso a raíz de la guerra de agresión no provocada, injustificable e ilegal de Rusia contra Ucrania. El crecimiento del PIB se ha estancado en muchas economías y los indicadores económicos apuntan a una desaceleración prolongada", dijo el secretario general de la Ocde, Mathias Cormann, según recoge el boletín de prensa.
Además de los desafíos mencionados, la Ocde suma a “los ajustes en curso en los mercados inmobiliarios chinos, combinados con el alto nivel de deuda corporativa en China y la continuación de la política de “cero Covid” del país”.
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Esta semana, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo (Unctad), también alertó sobre las presiones en las que se encuentra el mundo y recortó en 0,1 puntos porcentuales su previsión del crecimiento para este año a 2,5%, mientras que su estimación para 2023 cayó a 2,2%. Según este informe, América Latina sería una de las regiones que más se vean afectadas, con una desaceleración desde el 2,6% al 1,1% en 2023.
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