Cerca de 4,5 millones de personas menos, mujeres más empoderadas y con mayor expectativa de vida; una población más vieja, más gente que vive sola y en apartamentos, datos del censo que sorprendieron.
(Vea: El director del Dane explica el descache del censo y baila reggaetón)
Saber que en Colombia hay 45,5 millones de personas, como lo confirmó el Dane el martes pasado, sin duda tiene al país entero haciendo nuevas cuentas, pues las que tenía hasta entonces estaban sobre la base de una población proyectada para el 2018 de 50 millones de habitantes.
(Lea: Población de Colombia sería de 45,5 millones de personas)
Por ejemplo, Bogotá resultó con 600.000 habitantes menos, mientras que en Cali esa diferencia se estima en unas 540.000 personas, teniendo en cuenta datos preliminares del Dane
Menor población no es el único dato responsable de que tanto el Gobierno como el sector privado tengan que replantear sus políticas públicas y estrategias de mercado para ajustarlas a la nueva realidad demográfica, que indica que las mujeres hoy son pieza clave del aparato productivo del país, tienen mayor expectativa de vida y están más empoderadas en el hogar.
También, que la población joven menor de 25 años está 15 por ciento por debajo de la proyectada, que existen menos niños por cada 100 mujeres; que hay más adultos mayores por cada 100 jóvenes menores de 15 años; que la mayoría de familias hoy son de máximo tres personas y que los hogares unipersonales van disparados.
Una foto que incluye, además, la tendencia de las personas a vivir más en zonas urbanas (77,8 por ciento), no en el campo, preferiblemente en apartamentos y no en casas. Ahora, si bien el país ha reducido su pobreza, el censo confirmó que el 80 por ciento de su población es de estratos 1, 2 y 3.
Las cifras siguen siendo preliminares, pues regiones como Valle del Cauca, Nariño y Chocó registraron niveles de participación muy bajos que están en proceso de verificación, dijo Juan Daniel Oviedo, director del Dane.
Por ejemplo, el Valle del Cauca registró una población de 3,9 millones de habitantes (1,9 millones estarían en Cali) cuando las estimaciones apuntaban hoy a 4,8 millones de personas.
Según el funcionario, pudo pasar que en estas regiones hubo algunos errores debido a que quienes censaron en las zonas étnicas fueron personas de esas comunidades, pese a que se les capacitó; pero también, que esa información puede ser parte de los 1,1 millones de formularios en proceso de digitalización o bien faltó gente por cenar, pero eso lo dirá el proceso de verificación que se adelanta en esos departamentos.
“Estamos haciendo la primera encuesta de calidad de vida del país; en esta incluimos unas preguntas de control poscensal, las cuales nos dirán si en esas zonas faltó cubrir gente. Se hace presencial porque como tiene representación departamental, nos enviará las alertas necesarias”, explicó el directivo.
Lo que sigue ahora es atender las inquietudes (unas 40 preguntas) de la comisión de expertos, tarea que el Dane tiene previsto resolver antes de que concluya el 2018, lo que le permitirá alistar el proyecto de ley que valide los datos del censo.
Dicho proyecto debe estar listo en febrero, pues debe presentarse ante el Congreso para su discusión y aprobación en sesiones ordinarias, antes de que concluya la actual legislatura.
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