En medio de un año complicado por la crisis económica que está ocasionando la pandemia de covid-19, las remesas que los trabajadores colombianos envían desde el exterior, si bien registran entre enero y agosto una ligera baja de 2,6% frente al mismo periodo de 2019, no son tan malas e incluso algunos consideran que este año podrían cerrar en un nivel récord.
(Sigue el repunte en remesas de trabajadores del exterior).
El año pasado este rubro alcanzó un nivel históricamente lato de US$6.773 millones, una cifra que triplicó los ingresos que Colombia recibe por sus exportaciones cafeteras y además representan más del 2% del producto interno bruto.
En agosto pasado llegaron al país US$645,9 millones de dólares, en promedio casi US$21 millones diarios y en los ocho primeros meses del año la cifra llegó a US$4.319 millones, cifra inferior frente a los US$4.435 millones del mismo lapso del 2019, de acuerdo con las cifras que consolida mensualmente el Banco de la República. Este año, con la aparición del coronavirus, en marzo se presentó un nivel récord de US$715 millones de remesas recibidas, hecho explicado por analistas por los anuncios en todos los países de programas de cuarentenas y aislamientos, por lo que los trabajadores colombianos en el exterior se apresuraron a enviar la cifra mencionada.
(Crisis reduce las remesas de colombianos a la mitad).
Y luego, con la materialización de esos programas y el cierre de varios sectores económicos, en abril y mayo las cifras cayeron fuertemente, a niveles de hace más de cinco años.
Posteriormente, a partir de junio, las cifras han mostrado mejores resultados que en 2019 y por eso algunos consideran que de continuar la tendencia este año podría presentarse una cifra alta.
Así lo considera Edgar Jiménez, del Laboratorio Financiero de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, quien dice que las cifras de los envíos de los trabajadores colombianos “son mejores de lo esperado pues se esperaba que el golpe fuera más fuerte”.
Atribuye la recuperación de los últimos meses a la reactivación que está experimentando Estados Unidos así como los masivos planes de ayuda del gobierno para evitar una mayor caída de la economía.
Asimismo, las cifras desde España, el segundo país de origen más importante, no han sido malas. Jiménez dice que así se le da un respiro a los datos macroeconómicos por el lado de la cuenta corriente.
