Una de las decisiones más controvertidas del gobierno de Gustavo Petro ha sido el alza de la gasolina, con el objetivo de eliminar el déficit actual en el Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles.
(Lea: Déficit e inflación, los efectos de subir los precios de la gasolina).
Este déficit, entre enero y agosto de 2022, suma $24,7 billones, según el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf). Al cierre del año esta cifra llegaría a $38 billones.
Bajo esta premisa, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, anunció en días recientes que el precio de la gasolina tendrá un incremento de $200 en cada mes que queda del 2022, empezando por octubre. Es decir, en este año se harían tres incrementos, con lo que el precio de la gasolina escalaría $600.
(Siga leyendo: Por qué hay déficit en el fondo que estabiliza precio de la gasolina).
De acuerdo con Sergio Cabrales, ingeniero industrial con experiencia en hidrocarburos, lo más responsable en términos fiscales es hacer un aumento progresivo del precio de los combustibles. Esto hasta que el precio final no genere un subsidio, como ocurre ahora, o cause déficit en el Fondo.
Para ello, el alza tendría que mantenerse por alrededor de 12 meses, en el caso de la gasolina, y más de 20 meses para el diésel, según Cabrales.
"La receta tiene que ser ir subiendo gradualmente y muy suave los dos para que el efecto sea tenue", puntualiza.
Ahora bien, el problema principal con los combustibles es que hay una gran diferencia entre el precio local y el internacional, lo que ha generado una gran deuda en el Fondo. Para Cabrales, sin este estabilizador el galón de gasolina en Colombia estaría en alrededor de $17.000 y no en $9.180, que es el valor actual.
(Vea: ABC del alza a la gasolina: razones por las que es necesario el ajuste).
Para el caso del diésel, el valor sería de $20.000 sin el Fondo.
El experto destaca, también, que la gasolina extra, a un precio internacional, tendría un costo mucho mayor de $20.000.
PORTAFOLIO