¿Cómo la caída en las cifras del ahorro bruto reflejan la realidad económica del país?

Luego de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicara un informe en el que destaca los avances macroeconómicos de Colombia, el presidente Gustavo Petro señaló que el país sigue adelante tras navegar en la que él denomina como una "tormenta fiscal". 

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"Recibimos un país con una realidad presupuestal manejada a las patadas, con cerca de cien billones de deudas escondidas, empeñado, y con el uso del erario dedicado exclusivamente a los grandes negocios del cartel nacional de la contratación en carreteras, salud energía eléctrica", destacó el mandatario en su cuenta de X. 

En ese contexto, el ex director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), Juan Daniel Oviedo, presentó un análisis en el que resaltó que la mejor forma de reconocer la realidad de la economía colombiana es a través del ahorro.  

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El pasado 27 de marzo el Dane publicó las cifras correspondientes al ahorro bruto. Es decir, la parte del ingreso disponible del territorio nacional que no se gasta en bienes y servicios de consumo final y que permite a los agentes económicos adquirir activos (inversión). 

Los datos muestran que en 2023, el ahorro bruto fue de 10,1 puntos del Producto Interno Bruto (PIB). Esta cifra representa el valor más bajo desde 1960. Pero, ¿qué impulso esa caída?

Para explicar mejor las dimensiones de estos resultados, Oviedo señala que hay que entender esos puntos del PIB como si se tratarán de monedas de una alcancía.

En ese orden de ideas, en 2019 el país contaba con 16 monedas en su ahorro, lo que quiere decir que con corte al año pasado se perdieron casi dos monedas por cuenta del crecimiento acelerado en el consumo en la recuperación después de la pandemia. Ahora, si se hace la comparativa entre el 2022 y el 2023, se observa que el consumo presentó una reducción a raíz de la las altas tasas de interés, el bajo crecimiento de la economía y la desaceleración del empleo.

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De esas diez monedas que quedaron en la alcancía, siete son de las empresas. De acuerdo con el también economista, si bien esto refleja el 'músculo' empresarial que existe a la hora de convertir ese ahorro en inversión, también resalta la caída del ahorro bruto de las empresas en el periodo antes mencionado, puesto que antes el sector contaba con un poco más de 14 monedas. 

"La incertidumbre del discurso de política económica del gobierno nacional y las altas tasas de interés, que también debilitaron la demanda interna, llevaron a las empresas a reducir en casi la mitad su capacidad de ahorro en 2023, la más baja de la historia reciente", explicó Oviedo. 

De la misma manera, destacó que el incremento acelerado del recaudo tributario en 2023 permitió que en vez de que se restaran tres monedas de ahorro para financiar el déficit del gobierno en 2022, solo se tuviera que sacar una. 

Tomando en cuenta todo lo anterior, el ex director del Dane señaló que estos resultados abren paso para que el foco se empiece a poner en generar incentivos a la inversión privada de empresas y hogares. 

"Haber tenido la cifra de ahorro bruto más baja de la historia (como puntos porcentuales del PIB), es algo que nos debe unir con el propósito de generar incentivos a la inversión privada de empresas y hogares con un clima de confianza y coherencia en las políticas públicas; y no en distracciones políticas e ideológicas que nos hacen perder el sentido de prioridad como sociedad", enfatizo.  

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