La desaceleración de la economía empezará a notarse con más fuerza en unos sectores.
Por ejemplo, en el comercio en los últimos meses ha empezado el descenso en su ventas, a la par que el consumo decae.
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En materia de expectativas también se nota una caída, según lo evidencia Fenalco.
La última encuesta del gremio, a noviembre, muestra que son más los empresarios que estiman una disminución en el volumen comercializado (39%) que los que hablan de mayores ventas (36%).
En noviembre del 2021 esa relación era 8% y 49%, respectivamente.
El gremio indagó las intenciones de generación de empleo y también son más los empresarios que hablan de disminución de personal (28%), mientras que el 19% habla de que un incremento de sus nóminas. Este panorama responde al fenómeno de menor consumo.De acuerdo con cifras de Raddar a noviembre reportan una caída del gasto de los hogares de 0,4% en términos reales.
En el caso de la industria, en la medida en que la demanda se frene, la producción cede. De hecho, el Índice de Confianza Industrial (ICI) de octubre se situó en -0,4%, lo que refleja una caída de 7,4 puntos porcentuales respecto al mes inmediatamente anterior, un resultado que no se registraba desde mayo de 2021 (-3,2%), precisó Fedesarrollo en su último informe.
(Además: Intereses tendrían un paulatino descenso).
Camilo Herrera, CEO de Raddar, explica que en el 2023 el gasto de los hogares seguirá impulsando la economía pero no al ritmo que traía.
“Este año vamos a estar en cerca del 4,5% y en el 2023 estaríamos cerca del 3% o 3,5%”, afirma.
Anota que la adquisición de bienes durables estará desanimada y que el aumento en los precios de los alimentos así como el mayor valor de las importaciones - especialmente de bienes intermedios para la industria- serán factores que pesarán en la canasta de compra de las familias.
Además, dice el experto, se va a dinamizar lo que tiene que ver con compras fuera del hogar como ir a un restaurante o la demanda de servicios de entretenimiento.
Hay dos canastas que tienen problemas. Una, es comida en el hogar porque la gente come más fuera de la casa porque gasta más tiempo en actividades laborales, escolares o de diversión tras la pandemia. Además, comenta el experto, “en muchos casos, especialmente en estratos medios y bajos en Bogotá y en ciudades principales es más barato comer fuera de la casa”.
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Educación y vivienda, son otros sectores que estarán afectados.
Camilo Escobar Carbonari, director de Analítica y Consultoría de NielsenIQ, resalta que los colombianos priorizarán este año el gasto.
La demanda creciente de las propias que son percibidas más económicas y con una calidad comparable a la de las marcas líderes, será una de las tendencias del 2023 en el consumo masivo. Además, dice, que se espera que se den más compras en tiendas y en los hard discounts, y que aumente la frecuencia de compra en la medida en que los consumidores busque economía.
Constanza Gómez Guasca
