Cada que los expertos se adentran en las razones por las que Colombia pasó de tener un PIB animal del 10,8% en 2021 a uno de apenas 0,6% en 2023 (de los más bajos en todo el siglo en curso), una de las primeras causas de esta desaceleración apunta a la baja inversión, especialmente en el sector privado.
El impulso de la contratación y la inyección de capital (cada vez menor) usando los recursos del Estado, según centros de análisis, es lo que ha permitido que la contracción del crecimiento no sea mayor. No obstante, la fuerza de esta área de la economía se está agotando y esto ha abierto el camino a que otros factores golpeen el panorama.
Teniendo en cuenta esto, el Centro de Estudios Económicos Anif presentó este lunes -18 de marzo- su análisis semanal en el que ahonda en las razones por las que la inversión privada no está pasando por un buen momento, señalando inicialmente a dos factores que tienen un alto nivel de influencia: las tasas de interés y la incertidumbre.
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“Los anuncios provenientes de la actual administración sobre el incremento desmedido en el gasto público, la cancelación de nuevos contratos de exploración y explotación de commodities, la intromisión en la toma de decisiones de entidades independientes y la intervención de organismos regulatorios del Estado, han generado zozobra en los inversionistas. Eso, entre otras cosas, ha encarecido la emisión de deuda, especialmente desde el 2022”, dice este análisis.
Para Anif, “un buen termómetro para medir si el ambiente empresarial pasa por un momento de incertidumbre es el riesgo país, ya que a medida que incrementa este indicador, (normalizado con respecto a 2019), la inversión se reduce. Se resalta además que Colombia se ubica como el país de mayor riesgo”.
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Si bien reconocen que factores como el Paro Nacional del 2021 afectaron la confianza inversionista, una vez se superó este episodio, no se han hecho los anuncios necesarios para que las empresas se la jueguen por el desarrollo de la economía, situaciones que incluso incidieron en aquella temporada en la que el dólar tocó los $5.000.
“La poca claridad en la primera versión del decreto de liquidación del Presupuesto General de la Nación 2024, junto con los anuncios de la intervención del presidente en los recursos comprometidos en vigencias futuras marcan el inicio de un año con niveles de incertidumbre persistentemente altos”, agregaron.
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Teniendo esto en cuenta, Anif hace énfasis en que es imperativo que las señales provenientes del ejecutivo sean claras y den certeza al mercado sobre las reglas de juego. Con un pobre crecimiento de 0,6%, Colombia está lejos de avanzar en la lucha contra la pobreza y la desigualdad. Crecer cerca al nivel potencial solo será una realidad si se logran mantener tasas de ahorro e inversión altas en el largo plazo.
“Todo eso parece que ha llevado a que Colombia sea un país cada vez menos atractivo para invertir”, dijeron en este centro de estudios, donde incluso tomaron en cuenta el índice de libertad económica de The Heritage Foundation, que evalúa principalmente 4 aspectos: Estado de derecho, el tamaño del gobierno, la eficiencia regulatoria y la apertura de los mercados.
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“Los resultados del índice muestran un deterioro progresivo y acelerado para Colombia desde 2021 y la ubican un 12% por debajo de donde se encontraba en 2019. Aunque no es una tendencia ajena a la experimentada por países pares (México, Perú y Chile), los resultados si distan de la dinámica regional”, sostiene el análisis.
Por otra parte, en lo que concierne a las tasas de interés, advierten que la subida de estas estas referencias, “ redujo sustancialmente el crecimiento de la formación bruta de capital fijo (a excepción de México).
“En particular, Colombia es el país más afectado pues la relación entre las tasas reales de interés y la variación anual de la inversión es más negativa que, por ejemplo, Brasil. En parte, eso obedece a que el Banco de la República inició su escalada de manera tardía en comparación con sus pares y tuvo que mantener sus tasas altas por más tiempo”, agregó.
Así las cosas, Anif reiteró su llamado para que las autoridades económicas, especialmente el Ministerio de Hacienda, pongan en marcha un plan de reactivación cuanto antes, para que esto permita la inyección de capitales en los sectores más golpeados.