Hasta el 15 de diciembre los sindicatos y gremios del país tienen plazo para llegar a una concertación respecto al alza del salario mínimo que aplicará para 2023. Frente a la discusión existe una demanda recurrente de la población civil de que este aumento sea acorde a las cifras de inflación.
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Cabe destacar que durante este 2022 el país y a nivel mundial se han registrado cifras inflacionarias históricas. Para noviembre Colombia registró el IPC más alto de los últimos 23 años llegando a 12,53 %.
No obstante, de acuerdo con Iván Jaramillo, en la discusión del salario la inflación, aunque se tiene en cuenta, es solo un criterio de actualización. Es decir, no es el factor determinante del alza.
En la negociación se tienen en cuenta otros factores como el PIB, la productividad, los aportes del salario mínimo al país y otros más. Colombia, en años pasados, ha presenciado ambos escenarios, cuando se sube el salario por debajo y por encima del IPC anual.
El primero fue en 2016, cuando era presidente Juan Manuel Santos, el Gobierno definió el alza de forma unilateral después de que no se llegara a una concertación. Ese año el aumento fue del 7 % y quedó en $ 689,455 pesos con un auxilio de transporte de $ 77,700 pesos. No obstante, la inflación en hogares pobres superaba esa cifra.
(Lea: Este es el escenario en el que el Gobierno tendría que fijar el mínimo).
"En ese momento se promovió una demanda de acción de nulidad ante el Consejo de Estado. Sin embargo, por los tiempos judiciales, dos años después salió la sentencia que reconocía que ese aumento no correspondió a una verdadera actualización para el 2016", explica Iván Jaramillo, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario.
A pesar de que la sentencia no tuvo un efecto práctico, el Consejo de Estado hizo un llamado de atención al Gobierno para que en lo posible tome en consideración el IPC de todos los sectores y fije cifras de incremento superiores a lo que está proyectado, puntualiza Jaramillo.
El caso opuesto se dio este año con el gobierno de Iván Duque que sentó un precedente histórico con un alza del salario mínimo que casi duplicaba las cifras inflacionarias del país registradas en 2020.
La inflación anual para 2021 fue de 5,62 % y el aumento del salario fue de 10,7 %. Casi el doble. No obstante, el aumento se diluyó a la altura del mes de marzo por la creciente inflación.
En ese momento, los sindicatos llegaron a solicitarle al Gobierno que hubiera un reajuste del salario por la compleja situación inflacionaria que vivía el país.
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"La efectividad de un aumento para situaciones específicas va a depender de qué tan eficiente es en materia de corrección del poder adquisitivo, de distribución del ingreso y qué tan generoso es para la mejora de calidad de vida de los trabajadores", finaliza Jaramillo.
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