La Cámara de Representantes de Colombia suspendió la discusión de los proyectos de reforma del presidente Gustavo Petro en medio del escándalo que envuelve al Gobierno. Los legisladores suspendieron sus discusiones "hasta reconstruir la coalición de Gobierno", dijo a periodistas en Bogotá el presidente de la Cámara de Representantes, David Racero.
El Congreso de Colombia debate actualmente proyectos de ley para reformar los sistemas de pensiones y de salud e impulsar los derechos de los trabajadores.
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La aprobación del paquete de reformas que el Gobierno presentó en los meses de febrero y marzo, se encuentra en una contrarreloj, pues la actual legislatura está a menos de 15 días de salir a receso, por lo que, desde el Ejecutivo, tendrían que esperar a que inicie la próxima para saber que va a suceder con los proyectos de ley.
"La contrarreloj se da por cuenta por una demora y por una falta de coordinación de la coalición de Gobierno (Pacto Histórico) en febrero. Hay que recordar que el Gobierno llamó a extras con el objetivo de acelerar un poco la aprobación este paquete legislativo, pero lo que sucedió fue todo lo contrario; hubo demoras y, sobre todo, se fomentó mucho más la disidencia de los partidos que ahora están a favor y en contra de las reformas", explicó para Portafolio Manuel Camilo González, profesor de la Pontificia Universidad Javeriana.
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Esto va relacionado con que el paquete de reformas ha despertado desacuerdos entre los partidos que hacían parte de la bancada, pues la disolución progresiva de la coalición ha hecho que la capacidad de gobernabilidad del Pacto Histórico se viera cada vez más mermada.
Esta preocupación se puede ver reflejada en las demoras para el inicio las discusiones de las reformas. La reforma a la salud, por ejemplo, fue radicada el pasado 13 de febrero, pero comenzó a ser discutida hasta el 18 de abril debido a numerosos factores como la ruptura de la coalición y el remezón ministerial, del cual hizo parte la entonces ministra de Salud, Carolina Corcho.
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La reforma laboral, por su parte, fue radicada el 16 de marzo, y, tras varias semanas de discusiones y análisis entre el Gobierno y los ponentes, el texto para el primer debate quedó listo hasta el 17 de mayo.
Por último, el proyecto de la reforma pensional ingresó a la Comisión Séptima del Senado el 22 de marzo; no obstante, pudo ser radicada hasta el 30 de mayo para su primer debate en el Congreso.
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Esto dio a luz a otro indicio de la necesidad del Gobierno para darle celeridad a las reformas mediante una petición por parte de la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez.
"Colombia debe aprovechar esta oportunidad y hago un llamado al Congreso de la República, a los partidos políticos y a los colombianos y colombianas para que las reformas laboral y pensional, sean la oportunidad para la equidad, el equilibrio y que Colombia pueda seguir transitando hacia un país de derechos", dijo la jefe de cartera.
El plazo máximo para que se apruebe el paquete de reformas es hasta el 30 de junio, día en el cual la actual legislatura saldría de receso hasta el mes de octubre; un mes clave para los sectores políticos del país y para el Gobierno a razón de las elecciones territoriales.
Los comicios regionales, los cuales se llevarán a cabo el día 29 de ese mes, será la principal prioridad para los partidos, lo cual podría postergar, aún más, la aprobación de los proyectos de ley para ser llevados a sanción presidencial.
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Adicionalmente, dado el caso en las entidades territoriales tengan un cambio significativo en sus tendencias políticas para el paradigma político nacional, el presidente tendría que adelantar trabajos con los mandatarios que sean electos.
"Las elecciones regionales de octubre van a cambiar el panorama político, porque, a fin de cuentas, el presidente también tiene que pensar en trabajar con esos nuevos mandatarios electos. (...) El Gobierno, sí o sí, tiene que conciliar", aseguró González.
PORTAFOLIO
*Con información de Bloomberg
