Una carrera contra el tiempo se vive actualmente en el Congreso de la República, donde el Gobierno lucha por sacar adelante los proyectos que presentó ante este recinto para su debate y aprobación y que hoy por hoy corren el riesgo de hundirse por falta de trámite, como es el caso de la reforma pensional, mientras que tanto el Senado, como la Cámara de Representantes, trabajadores a toda marcha.
En medio de estos ires y venires, una de las preguntas que se hacen muchos colombianos tiene que ver con los tiempos de trabajo, descanso y vacaciones del Legislativo, y cómo esto es fundamental para el trámite de los proyectos y propuestas que allí se presentan y que en algunos casos se terminan cayendo.
Plenaria de la Cámara de Representantes.
Prensa Cámara de Representantes
Lo primero que hay que decir en este punto es que los días de receso en las dos células legislativas del país están reglamentadas por ley y no obedecen a los presidentes de las diferentes corporaciones, en dos períodos a mitad y finales del año. El primero es entre el 20 de junio y el 20 de julio y el segundo va del 16 de diciembre al 15 de febrero.
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Todo esto está consignado en el artículo 138 de la Constitución Política, según el cual, “el Congreso, por derecho propio, se reunirá en sesiones ordinarias, durante dos períodos por año, que constituirán una sola legislatura. El primer período de sesiones comenzará el 20 de julio y terminará el 16 de diciembre; el segundo el 16 de marzo y concluirá el 20 de junio”.
Trabajar en vacaciones
Cortesía
Así mismo, la normativa sostiene que “si por cualquier causa no pudiere reunirse en las fechas indicadas, lo hará tan pronto como fuere posible, dentro de los períodos respectivos”, con lo cual queda claro que el cumplimiento de las sesiones es una obligación inaplazable, teniendo en cuenta la importancia de su labor.
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Otro elemento que hay que tener en cuenta en todo esto tiene que ver con las populares “sesiones extraordinarias”, a las cuales se convoca en casos que la urgencia lo amerite y que la misma Carta Magna establece que serán “por convocatoria del Gobierno y durante el tiempo que éste señale. En el curso de ellas sólo podrá ocuparse en los asuntos que el Gobierno someta a su consideración, sin perjuicio de la función de control político que le es propia, la cual podrá ejercer en todo tiempo”.
Congreso de la República
EL TIEMPO
En este punto vale la pena decir que las sesiones extraordinarias también se pueden agendar en días festivos, aunque como ya se mencionó, sólo para tratar los temas que se hayan agendado con el Congreso o de lo contrario se estaría violando la ley y estas se reconocerán como un monto adicional en los honorarios de los senadores y los representantes.
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Dentro de los proyectos que actualmente revisa el Congreso y tienen afán por parte del Gobierno están las reformas pensional, laboral y de educación; siendo la primera de estas la que más preocupa, ya que si no completa su curso antes del 20 de junio, será archivada y se perderían los avances logrados en esta materia.
Plenaria de la Cámara de Representantes en el congreso de la República.
Pedro Vargas
Así mismo, desde el Ejecutivo se está trabajando en el plan de reactivación económica con el aumento del techo de deuda en US$17.000 millones que propuso el Ministerio de Hacienda y va de la mano con la propuesta del Impuesto Predial Unificado y la Jurisdicción Agraria que promueve el Ministerio de Agricultura.
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Con todo esto en agenda, por el momento no se descarta que desde Casa de Nariño se pida al Congreso que vaya a sesiones extras, con el fin de sacar adelante al menos las reformas y se evite su hundimiento por falta de trámite.
