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Infraestructura

21 may 2018 - 3:52 p. m.

¿Qué pasa con la sostenibilidad de los megaproyectos en Colombia?

Hay una realidad latente: este tipo proyectos en el país adolecen de un riguroso análisis de tres factores: financiero, ambiental y social.

Hidroituango emergencia

Panorámica de la hidroeléctrica de Hidroituango antes de la emergencia.

Foto: Rodrigo Sepúlveda. CEET

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Portafolio
21 may 2018 - 3:52 p. m.

Frente a los hechos sucedidos entre el 28 de abril y el 17 de mayo en el megaproyecto Hidroituango, algunos expertos señalan que puede ser la segunda mayor tragedia en ingeniería del mundo, después de la de Chernóbil; otros, oportunistas, aseguran saber quiénes son los culpables del desastre de Hidroituango, señalando con nombre propio a quienes hoy representan amenazas para llegar al poder en Colombia. Sin embargo, otro grupo de ejecutivos y gerentes de proyecto están evaluando el actual impacto de lo sucedido hasta el momento, y los potenciales escenarios de riesgo si las condiciones climáticas no mejoran.

(Lea: Crisis de HidroItuango altera cuentas para subasta de energía firme

Comparar lo sucedido en Hidroituango con el desastre nuclear de Chernóbil es desproporcionado, si se tiene en cuenta que en el segundo caso dos personas murieron por la explosión y, al poco tiempo, murieron 28 operarios y bomberos por efectos de la radiación. Adicionalmente, aun hoy, 32 años después, miles de personas padecen consecuencias de la radiación (cáncer, depresión y alcoholismo), sin contar con el impacto medioambiental en más de 142.000 km2.

(Lea: “Hidroituango puede ser la segunda mayor tragedia en ingeniería”

Por otro lado, sacar provecho de la situación actual del proyecto Hidroituango para hacer política es otro desacierto que solo deja ver un desastre mayor: el afán de llegar al poder sin importar los medios. Ojalá sea porque se tiene la competencia para direccionar al país por el camino del desarrollo, y no para generar más ejemplos de corrupción e incapacidad de dirección que alimenten la larga lista de errores del país.

(Lea: ¿Qué podría ser lo peor que pase en Hidroituango y cómo evitarlo?

Respecto a los esfuerzos del grupo de ejecutivos y gerentes de proyecto al evaluar la situación actual y los riesgos casi inminentes, si no para de llover sobre la represa, se debe reconocer que es una situación de altísima presión y responsabilidad, difícil de prever si se tiene en cuenta que, a pesar de los beneficios de esta clase de proyectos, estos proyectos se consideran juegos de azar de alto riesgo, debido a la gran cantidad de factores que pueden impactarlos, así como de actores que participan en ellos.

Se puede inferir de los hechos que los estudios del suelo no fueron precisos y las estimaciones de lluvias se quedaron cortas frente a la realidad. Por otro lado, algunas decisiones de ingeniería se tomaron apresuradamente, sin haber evaluado los riesgos potenciales. Por ejemplo, cerrar los dos túneles de desviación a pocos meses de empezar el llenado de la represa eliminó grados de libertad del sistema, incrementando el riesgo.

Si se tiene en cuenta que, al igual que en Hidroituango, en el proyecto del puente de Chirajara también se presentaron problemas asociados con estudios de suelo a pesar de los permisos de viabilidad ambiental… ¿Cómo es el proceso para la asignación de estos permisos, si quienes adelantan este tipo de megaproyectos no están preparados?, ¿Qué modelos de análisis de stakeholders se utilizan en estos megaproyectos? Los hechos demuestran que, en el caso de Hidroituango, no tenían dentro de su esquema de riesgos los 16 municipios, puesto que no estaban preparados para situaciones tan críticas como las que suceden ahora.

Por eso, quienes forman en posgrados de proyectos deben estar alineados con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), definidos en 2012 en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible (Rio+20), cuyo foco son los grandes problemas que amenazan la sostenibilidad del planeta, entendida esta desde sus tres aristas: ambiental, social y financiera.

De hecho, el estándar de Green Project Management (GPM®) permite desarrollar competencias relacionadas con la sostenibilidad de los proyectos, desde su fase de formulación, teniendo en cuenta todos los stakeholders del proyecto y haciendo estimaciones de riesgo más rigurosas, que permitan asegurar la sostenibilidad del proyecto. Así que, de aplicarse este estándar, se disminuirían situaciones como las que hemos vivido con los megaproyectos en Colombia, que nos llevan a cuestionar las competencias de los profesionales y a temer por grandes desarrollos futuros.

Antonio Rodríguez Peña
Director del Departamento de Proyectos de la Facultad de Ingeniería, de la Universidad EAN

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