Sobre la marcha y lista para hacerle frente a más proyectos de iniciativa privada, tanto a escala nacional como internacional, se encuentra la firma Conalvías en estos momentos, según asegura su presidente, Álvaro Torres.
Y es que la empresa que hace poco llevó a cabo un proceso de reorganización, en el cual hubo una fusión de las diferentes firmas que la componían, dice encontrarse preparada para afrontar proyectos de grandes dimensiones, como es el caso del tercer carril Bogotá-Girardot.
Básicamente, según explica Torres, Conalvías solicitó acogerse a la Ley 1116 en octubre del 2015, y fue aceptada, algo que él define como positivo para la organización, ya que dicho acuerdo además de contemplar la reorganización empresarial entre Conalvías Equipos, Fincon, Conalvías Construcciones, Conalvías Inversiones y la mayoría de sus acreedores, también convirtió las deudas a corto plazo de la firma, que ascienden a los 1,2 billones de pesos, en deudas a largo plazo.
“Llegamos a un acuerdo para reembolsar el monto total de la deuda a 16 años, el apoyo de la banca ha sido fundamental, aún así, debo aclarar que existen unas prioridades de pago del pasivo, que contemplan que este año debemos responder por las deudas de tipo laboral y fiscal, en los próximos tres años liquidaremos el monto que tenemos con los proveedores, y finalmente, entre el 2018 y el 2031, liquidaremos la tajada más grande de la deuda, cerca de 780 mil millones de pesos que le corresponden al sector financiero”, enumera, y agrega que este último pago se acordó con unas condiciones de interés muy convenientes para la empresa.
En cuanto a las inversiones que tienen en el exterior, cuenta que están funcionando normalmente, y resalta que aunque la ley no es transfronteriza hay un compromiso de entrega de dividendos de esas sucursales a Colombia para soportar el acuerdo de reestructuración, entonces, el 40% de las utilidades que produzcan tiene que ingresar al país.
Por su parte, y respecto a una posible participación en otros proyectos de APP, deja claro que están buscando más iniciativas privadas tanto en Colombia como en otros países.
De hecho, manifiesta que en Perú están interesados en una obra que se encuentra en etapa de estudios, menciona que en el país buscan hacerse cargo del tercer carril Bogotá- Girardot y participar en el proyecto de la vía 4G Pamplona-Cúcuta; de este último, señala que se presentarán junto con un grupo chino-americano que aún no tiene presencia en cuanto a este tipo de obras en Colombia, pero dice que están a la espera de unas modificaciones por parte de la ANI para entrar a presentar su propuesta, ya que, por ahora, aparte de ser una obra bastante compleja, no es muy atractiva para los inversionistas.
Respecto al proyecto del tercer carril, asegura que por ser una obra que vale 2 billones, “en pesos del 2014”, Conalvías lo ve como la palanca principal para su recuperación, por ello, no dudaron en aliarse con una firma nacional, de la cual se conocerá el nombre en los próximos días, y adelanta que esta jugará el papel tanto de inversionista como de ejecutor de obra, junto a ellos en partes iguales, y que la alianza se da como parte de una estrategia para que el Gobierno sienta tranquilidad respecto al cumplimiento de las obras, ya que, asevera, debido a la situación que vivieron, la desconfianza hacia ellos no solo proviene del sector financiero.
Se necesita refrescar el panorama
En cuanto a la entrada en participación de las firmas en los diferentes proyectos de APP en el país, enfatiza que se necesitan nuevos jugadores. “Los requerimientos de la banca son altos, y son altos porque todo el mundo quiere tener seguridades, y eso está bien, pero los mismos jugadores de siempre no van a poder cumplir con los nuevos requisitos”.
Además, sostiene que esto no significa que la banca haya perdido confianza, sino que cree que los jugadores actuales no tienen toda la capacidad que se requiere para el tamaño “gigantesco” de los diferentes planes. Explica que por eso el sector financiero ha venido poniendo condiciones que se salen de los parámetros estipulados como normales, es decir, son más exigentes que en tiempos anteriores, pero, aún así, lo considera algo normal, ya que están empezando a verse posibilidades más grandes para participar y las entidades bancarias lo que buscan es asegurarse de reducir los riesgos.
Sobre los proyectos que tienen a cargo en la actualidad, señala que aunque se han encontrado con algunas dificultades técnicas, todo va sobre la marcha; entre estos se encuentran las obras de las calles de rodaje del aeropuerto El Dorado que esperan entregar en el 2017, la megaobra de intersección de la avenida Cali con carrera 1, el mantenimiento de la doble calzada Pereira- La Victoria, entre otros.
Respecto al tema de las diferentes “trabas” en el camino para las firmas a cargo de las obras, como es el caso de la adquisición de predios y licencias ambientales, considera que los problemas van a subsistir, que lamentablemente aún no hay una solución mágica para estos temas, y que el Gobierno Nacional los ha sabido abordar.
Finalmente, Torres es claro en que el mensaje que quiere dejar es que la firma está en una etapa de normalización, agrega que hasta diciembre del 2015 se encontraban en una proceso de estabilización, y luego entraron a un etapa de recuperación, que desde su perspectiva se terminó con la reestructuración aprobada por la Supersociedades a inicios de mayo. Por ahora dice que están trabajando para progresivamente volver a la facturación que tenía la compañía antes de acogerse a la Ley 1116, destaca que los ingresos del año pasado fueron de 850 mil millones de pesos, y este año esperan que, por los efectos del proceso, la cifra esté alrededor de los 650 mil millones de pesos.
María Trinidad León
marleo@eltiempo.com
