Ante la crisis, reconocemos la necesidad de una reforma integral que garantice el derecho fundamental a la salud. El desgaste y las múltiples fallas del sistema actual, la corrupción, los malos hábitos de vida y la llegada de nuevas tecnologías hacen necesario un proceso de reforma participativo e incluyente. La salud siempre debe estar por encima del lucro y la corrupción.
En el centro de la agenda de reforma estarán los siguientes aspectos:
● La garantía del acceso a los servicios de salud en condiciones de calidad y oportunidad para toda la población, incluyendo la superación de barreras innecesarias en la solicitud de citas, el acceso a medicamentos y a médicos especialistas.
● Recuperar el rol central del Estado en la salud pública, la promoción de hábitos saludables y la prevención de la enfermedad. Nos concentraremos en asegurar esquemas de vacunación completos, aumentar la cobertura y el acceso a agua potable y alcantarillado en las zonas rurales y aisladas del país, promover la alimentación saludable, el deporte como forma de vida y la reducción del consumo de sustancias psicoactivas.
● La tasa de mortalidad materna en algunos departamentos es inaceptable. El 98% de la mortalidad materna es prevenible. Vamos a definir estrategias claras para la atención a la mujer embarazada con enfoque de derechos humanos, que agilicen la solicitud de consultas y la atención de especialistas.
● La unificación completa de los regímenes contributivo y subsidiado, en lo referente a la Unidad de Pago por Capitación y las condiciones de operación.
● El cumplimiento estricto de indicadores de calidad y la creación de incentivos que premien la buena prestación de los servicios de salud y sancionen efectivamente los abusos.
● Asegurar la sostenibilidad financiera. Trabajaremos por incrementar los recursos en el sector, de acuerdo con las capacidades fiscales del país, así como la consecución de mejoras en eficiencia.
● La red pública hospitalaria debe jugar un papel esencial en la atención a las familias colombianas. La transparencia y la eficiencia en el servicio serán los pilares.
● Fortalecer la capacidad resolutiva de los primeros niveles de atención, con énfasis en los municipios intermedios y más pequeños.
● Aumentar las capacidades de la Superintendencia Nacional de Salud, con una presencia efectiva en el territorio blindada de la politiquería. Brindaremos los recursos humanos y financieros adecuados para que ejerza una auditoría rigurosa de la administración y prestación del servicio, incluyendo un sistema público de información de libre acceso.
● Reconocer la heterogeneidad regional en la prestación de los servicios de salud, tanto en el diseño de los esquemas de prestación como en la salud pública. En los territorios lejanos y con población dispersa implementaremos la administración pública del sistema de salud.
● Apoyar los procesos de formación y asegurar condiciones laborales dignas del personal de la salud, incluidos médicos internos y residentes.
● Fortalecer el control de precios de los medicamentos, fomentar la producción de genéricos nacionales de alta calidad e implementar una estrategia de compras centralizadas a gran escala.
● Enfrentar las barreras a la prestación en municipios de difícil acceso con la provisión de servicios de salud a distancia a través del uso de nuevas tecnologías. Con esto lograremos evitar desplazamientos costosos y aseguraremos el acceso rápido a personal médico.
● Para el cumplimiento de los acuerdos aquí consignados trabajaremos con todos los actores del sector en la definición clara de roles y competencias en la administración y gestión del sistema de salud colombiano, incluida la redefinición de funciones de las Entidades Promotoras de Salud (EPS).