En las últimas décadas, el conflicto armado, al igual que el hermetismo económico en el que se encontraba Colombia creaban una mala imagen nacional que, en extensión, se convertía en un freno para que los extranjeros decidieran venir al país a hacer negocios. Una visión negativa que, en los últimos años, se ha transformado radicalmente.
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Ahora, Colombia está marcado como una prioridad en los planes de expansión de compañías, así como de colaboración para una gran número de Gobiernos en el exterior.
En definitiva, la visión desde fuera es que ahora el país tiene un gran potencial y se ha convertido en un modelo para Latinoamérica.
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De acuerdo con Rachel Brazier, encargada de Negocios de la Delegación de la Unión Europea en Colombia, “es evidente que un país que pasa de un conflicto armado a la paz se vuelve más atractivo, tanto para inversionistas como para el mundo en general. La paz es la mejor noticia de este siglo y esto se traduce en una mirada más positiva desde el exterior, en más turismo, empresarios interesados en invertir frente a un clima político más estable, en participar en este nuevo proceso que vive la nación y en contribuir al desarrollo”.
En esta misma línea, el reflejo de Colombia en el exterior son las oportunidades a futuro que ofrece. “Económicamente, el país tiene un potencial enorme, en particular en lo que tiene que ver con el sector agropecuario, en el desarrollo de infraestructuras y en el impulso del turismo”, afirma Victor Brun, director Ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria France Colombia.
Pero esta mejor visión no se concentra solo en el plano económico, sino que se extiende hasta el punto de vista político y social.
“Con el acuerdo con las Farc y las negociaciones con el ELN, vemos una oportunidad única para que Colombia reescriba su historia. Celebramos que el enfoque de género y el medioambiente cada vez tienen un mayor lugar en la agenda política. También, creemos que la participación más activa de la sociedad demuestra el fortalecimiento de la democracia y, con el fin del conflicto, se abren nuevas oportunidades y la posibilidad de incrementar las relaciones bilaterales. Empresas suecas como H&M ya se han interesado en el mercado”, explica Annika Otterstedt, encargada de Negocios de la Embajada de Suecia en Colombia.
Así las cosas, desde el exterior es totalmente compartida la idea de que Colombia ya ha logrado dejar atrás la imagen negativa que tenía en décadas pasadas y cuenta con estabilidad, que la convierte en una economía atractiva.
