Ecopetrol informó este viernes que en las últimas horas aumentaron las amenazas contra sus trabajadores y los ataques a algunas instalaciones de los campos Castilla y Chichimene, en el departamento del Meta.
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Un grupo de aproximadamente 200 personas encapuchadas ingresó a la fuerza y atacó el Centro de Maniobras de Acacías (CMA) que hace parte del sistema eléctrico del campo de producción Castilla.
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Durante la asonada, rompieron vidrios, cortaron el cableado, generaron daños graves en equipos de control y acometidas eléctricas, y provocaron un incendio que afectó el restablecimiento de algunos pozos.
Manifestantes que se movilizaron en motos cortaron árboles para bloquear las vías de acceso a los campos, sabotearon diferentes puntos de la infraestructura, quemaron interruptores eléctricos y manipularon indebidamente algunas bridas.
Fuentes de la industria le manifestaron a Portafolio.co que todo parece indicar que son mafias que quieren quedarse con los contratos de compras y servicios, así como de las plazas laborales de la zona que ofrece la petrolera.
Por su parte, las autoridades que investigan la situación aseguraron que al parecer son personas que conocen la operación pues dañan instalaciones claves y eso "no lo sabe una persona de la comunidad".
A esta hora, técnicos de Ecopetrol, acompañados por la Fuerza Pública, trabajan para restablecer el fluido eléctrico en el campo y así continuar con el proceso de normalizar la operación.
Pese a estos actos violentos, que completan ocho días, la Empresa ha logrado restablecer cerca de la mitad de la producción de los campos Castilla y Chichimene.
La Empresa hace un reconocimiento a las Fuerzas Armadas por el trabajo desplegado para reestablecer el orden público, proteger la vida de los trabajadores y acompañar las labores de recuperación operativa de los pozos.
Ecopetrol reitera su repudio a estos actos de violencia que ponen en riesgo la vida de los trabajadores y afectan gravemente la infraestructura petrolera en detrimento de la región y del país.
OLEODUCTO CAÑO LIMÓN - COVEÑAS: 38 DÍAS SIN OPERAR
De otra parte, la petrolera también informó que el bombeo de petróleo por el oleoducto Caño Limón-Coveñas, uno de los más importantes para la exportación de crudo colombiano, completa hoy viernes 38 días suspendido por una escalada de ataques por parte de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La tubería de 780 kilómetros de longitud ha sido objeto de 12 ataques en el 2018, atribuidos por las autoridades militares al ELN, la mayor guerrilla activa del país.
El más reciente atentado contra el oleoducto se registró el jueves cerca al municipio de Toledo, en el departamento de Norte de Santander, cerca a la frontera con Venezuela, en donde se produjo derrame de crudo. Aunque se trata de una de las parálisis más extensas desde que el oleoducto comenzó a funcionar a mediados de la década de 1980, la actividad en el campo de Caño Limón, operado por la estadounidense Occidental y ubicado en el departamento de Arauca, no se ha visto afectada. La producción de crudo del campo está siendo evacuada por otro oleoducto, explicó una fuente de la compañía.
El ELN, que frecuentemente ataca la infraestructura económica y cuenta con unos 2.000 combatientes, se opone a la presencia de empresas multinacionales en el sector minero petrolero, argumentando que se apoderan de los recursos naturales sin dejar beneficios a la población ni a la economía.
El Gobierno de Colombia suspendió a finales de enero la negociación de paz con el ELN, considerado una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, por una escalada de ataques del grupo rebelde, incluidos los que causaron la muerte a ocho policías en el norte del país.
