Colombia actualmente se encuentra en un periodo de pronósticos críticos para su economía. El país, así como varios otros en el mundo, registra cifras inflacionarias históricas. Para octubre el IPC fue de 0,72 % y el crecimiento anual llegó a 12,22 %.
Ahora bien, el PIB a tuvo un crecimiento del 7 por ciento en el tercer trimestre del 2022, esto es 5,6 puntos menos que el registro del segundo trimestre del año y 6,8 puntos porcentuales por debajo del dato de un año atrás. La conclusión: el país vive una desaceleración económica importante.
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Situación que se mantendría en 2023 e, incluso, analistas han hablado de una posible recesión ¿Qué las diferencia?
Por un lado, de acuerdo con el economista Juan David Ballén una recesión económica se da cuando la economía se contrae durante al menos dos trimestres consecutivas. "Esto se espera que suceda en 2023 a nivel global incluyendo a Colombia, debido al alza de tasas de interés, la elevada inflación, la crisis energética en Europa y las crisis hipotecaria en China", explica.
Por el otro lado, el decrecimiento de una economía está determinado, según Ballén, cuando el crecimiento va bajando. Es decir, pasa del 10 % al 5 % o del -1 % al -3 %. El experto aclara que la recesión siempre implica un decrecimiento pues la economía se contrae. No obstante, el decrecimiento no implica recesión necesariamente.
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Para Ballén todo depende de la gravedad de la situación. En el caso de una recesión profunda uno de los golpes más grandes es para la creación de empleo.
"Es posible que Colombia entre en un régimen estanflacionario, es decir, que la inflación se mantenga alta mientras el crecimiento económico se debilita, lo cual afectaría mucho el consumo de los hogares", dice el experto.
Aunque los impactos no son uniformes y dependen de cada sociedad, la recesión implica un aumento del desempleo debido a la falta de crecimiento de la economía y disminuye el consumo debido al aumento en las cifras de inflación y, con ello, el precio de ciertos productos y servicios.
Estos periodos de crisis económica, según Gloria Nancy Ríos, economista y especialista en gerencia y magister en psicología social, se ve golpeada en la confianza del consumidor y repercute en los productores, la oferta se contrae y esto, a su vez, implica menos ingresos, menor calidad de vida, más desempleo e inestabilidad económica.
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De acuerdo con el Banco Mundial la crisis actual tendría un efecto en varias economías del mundo y, sobre todo, en los mercados en desarrollo. Por ejemplo, en Estados Unidos.
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