Comproagro y La Chocoanita son dos emprendimientos colombianos que tienen en común ayudar a otros mediante plataformas digitales que facilitan la comercialización de productos de agricultores y mujeres indígenas. En el primero de estos su fundadora es Ginna Jiménez y en el segundo es Rosaura Hinestroza.
(Portafolio, 25 años premiando a los mejores).
Ambas mujeres fueron galardonas con el Premio Especial de la edición 25 de los Premios Portafolio por el aporte que realizan desde sus creaciones a la sociedad.
COMPROAGRO
La historia de Comproagro inició en 2014 cuando Ginna Jiménez tenía 15 años y se dio cuenta de la injusticia a la que se enfrentaban los agricultores, quienes frente a su excesivo trabajo recibían una mínima recompensa.
Por lo anterior, y con el fin de ayudar a eliminar parte de la cadena de intermediación para que los agricultores se pudieran contactar directamente con los compradores, mejorando así sus ingresos y calidad de vida, surgió la iniciativa digital en Toca, municipio de Boyacá.
Para sacarle provecho a esta plataforma, los productores pueden ingresar a la misma y registrar sus productos para que el comprador los contacte. El uso de la herramienta no tiene ningún costo.
Actualmente Comproagro trabaja con más de 30 madres cabeza de familia quienes se encargan de darle valor agregado a los productos, previo a su comercialización. Además Comproagro tiene registrados a más de 26.000 agricultores en 29 departamentos.
De acuerdo con Jiménez, a mediados de diciembre esperan relanzar la plataforma con ajustes en la marca, gráficos y herramientas. Además, sacarán la aplicación que busca seguir acercando el campo a las personas.
LA CHOCOANITA
Creado por Rosaura Hinestroza, quien se graduó de ingeniera financiera, pero siempre tuvo entre sus sueños crear empresa con productos que tuvieran insumos de su tierra, nació oficialmente La Chocoanita en 2016 con la apertura de la tienda online. En esta se encuentran desde collares, aretes, anillos, ropa, entre otros.
La Chocoanita surgió “como una idea de negocio y un aporte a la visualización positiva del departamento del Chocó, donde la tasa de desempleo es bastante alta y las noticias nacionales hablan sólo de desnutrición y corrupción”, dice Hinestroza en la página web de su tienda.
La emprendedora además dice que trabaja de manera articulada con un equipo de 20 personas. Entre estas se encuentra “una comunidad indígena de la ciudad de Quibdó, una familia de Unguía, artesanas de la región, entre otros integrantes que poco a poco se suman con su talento e ideas para enviar nuestros productos a todo el país”.
Hinestroza, quien se reconoce como una mujer soñadora, detallista y creativa, comenta que en su empresa cuida “cada detalle con mucha minuciosidad, desde el diseño y envío de los productos hasta las estrategias de gestión y comunicación”. Para ella, la elaboración de accesorios y detalles manuales son una excelente forma de dar a conocer su región.
