La Reserva Federal no está escatimando en sumar dificultades en sus últimas pruebas de estrés, al tiempo que planea someter a los bancos de Wall Street a escenarios hipotéticos que incluyen un aumento masivo del desempleo y un mercado bursátil en decadencia.
Ayer, en una declaración, la Fed detalló sus escenarios para 2021 sin dar señales aún de que el emisor planee aliviar las restricciones que ha impuesto a los pagos de dividendos de los bancos en medio de la pandemia de coronavirus.
En una segunda ronda de pruebas sin precedentes del año pasado, la Fed aumentó las dificultades simuladas para reflejar mejor el daño real causado por la pandemia.
Y la entidad se está apegando estrechamente a ese modelo en sus últimos exámenes, probando si los bancos podrían seguir otorgando préstamos si el desempleo aumentara más de cuatro puntos porcentuales a casi 11%, las acciones perdieran más de la mitad de su precio y las valoraciones de bienes raíces comerciales disminuyeran en 40%.
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La Fed adapta nuevos escenarios todos los años para garantizar que Wall Street pueda sobrevivir a una crisis, y la covid-19 representó la primera dificultad económica importante desde que se establecieron las pruebas después de la crisis financiera de 2008.
Los test de este año solo se dirigen a las 19 instituciones más grandes y complejas del país.
Bloomberg