El pasado 07 de octubre, militantes palestinos lanzaron un ataque sorpresa contra territorio israelí desde la Franja de Gaza. La situación derivó en que el Gobierno de Israel declarara el estado de guerra.
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Desde que el conflicto comenzó a escalarse, los precios del crudo no tardaron en ver el impacto.
A inicios de la semana, el valor del petróleo se ubicó en 88,15 dólares por barril, es decir, registró un incremento de 4,2 %. En el caso del WTI, su precio llegó a los 86,38 dólares, lo que representa un aumento del 4,3 %.
Este comportamiento se ha convertido en tema de estudio, en especial al considerar que estos dos territorios no son productores significativos de hidrocarburos y la oferta internacional no se ha visto afectada.
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De acuerdo con un análisis realizado por Eszter Wirth, profesora de economía internacional, para el diario The Conversation, la tendencia al alza de este energético estaría relacionada con la preocupación de los inversionistas de que el conflicto se extienda a otras zonas de la región del Oriente Medio.
En ese sentido, entre los países que han mostrado su apoyo al grupo Hamás se encuentra Irán, quien si bien niega estar involucrado en los ataques recientes, reconoció haber ofrecido armas y entrenamiento a esta organización en el pasado.
Wirth señala que este dato es importante considerarlo por dos razones: primero, Irán es el cuarto mayor productor de crudo dentro de la Opep, y, segundo, en caso de que el país decida brindar nuevamente respaldo al grupo, esto podría derivar en sanciones económicas por parte de Estados Unidos. Esto último, a su vez, tendría repercusiones en las exportaciones.
En un escenario un poco más inquietante, preocupa que en algún punto Arabia Saudí (uno de los principales productores de petróleo) llegue a involucrarse en el conflicto.
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Conflicto Palestina-Israel
AFP
La tensión de los inversionistas se produce en el marco de la última decisión tomada por la Opep+, en la que la organización acordó mantener los recortes en la producción de crudo, al menos hasta finales del 2023.
Según señaló la experta, "la razón de estos recortes es que los países productores necesitan precios altos para cubrir las pérdidas ocasionadas por el covid-19 y equilibrar sus cuentas fiscales y exteriores".
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A la variación de los precios del petróleo se le suman otros factores externos como la crisis inmobiliaria y la desaceleración del consumo privado chino (generando una mayor demanda energética en el país asiático); y la serie de incrementos efectuada por la Reserva Federal en EE. UU.
A pesar de este panorama, la economista señala que el conflicto entre Israel y Hamás todavía se encuentra localizado y, si llegase a suceder, la escalada de este a nivel regional aún estaría lejos de vislumbrarse.
De igual forma, destacó que la resiliencia de la demanda mundial de petróleo y los recortes estratégicos de la Opep+ serían los factores de mayor peso en lo que se refiere a determinar la evolución de los precios de este hidrocarburo en los últimos meses del 2023.
PORTAFOLIO
