Las empresas están huyendo de Cataluña hacia nuevos hogares en otras ciudades de España conforme se apresuran a esquivar la amenaza secesionista.
CaixaBank SA, el mayor banco de la región, anunció el viernes que trasladaría su base legal a Valencia, mientras Banco Sabadell SA se mudará a Alicante, a dos horas en carretera por la costa mediterránea del nuevo domicilio de su rival más grande.
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Al menos en la región de Valencia se habla valenciano, que es muy parecido al catalán. Gas Natural SA, por su parte, se dirige a Madrid, al menos temporalmente. Para los bancos, se trata de mantenerse dentro de los marcos de la Unión Europea y del Banco Central Europeo, así como tranquilizar a los clientes preocupados por lo que sucederá si Cataluña se convierte en una república.
Mientras que la legislación española tiene salvaguardias contra muchos de los peores escenarios posibles para los bancos, un nuevo régimen legal bajo un hipotético estado catalán sería desconocido.
Para las empresas catalanas en general, hacer el cambio tendría sentido para evitar la inseguridad jurídica que una declaración de independencia provocaría. "Somos una empresa catalana y española, la más antigua del país desde 1551", dijo el fabricante de cava Codorniu SA en un comunicado. "Esperamos no llegar a ese punto, pero si la declaración unilateral de independencia sucede, cambiar nuestra base legal es una opción que hemos considerado".
