Uno de los empresarios más ricos de Rusia hizo un llamado a Vladimir Putin tras haber iniciado la invasión a Ucrania. Se trata de Vladimir Potanin, presidente del gigante metalúrgico Norilsk Nickel.
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El magnate instó al Kremlin a no confiscar los activos de las empresas que han salido del país a raíz de la guerra que se está viviendo. Potanin dijo que sería un retroceso en el país de más de 100 años, asegurando que es probable que el gigante petrolero está en riesgo de volver a los días de la revolución de 1917.
"En primer lugar, nos haría retroceder cien años, hasta 1917, y las consecuencias de tal medida, la desconfianza mundial de los inversores hacia Rusia, las experimentaríamos durante muchas décadas", dijo en un mensaje publicado el jueves en la cuenta de Telegram de Norilsk Nickel.
Potanin aseguró que es importante proceder con cautela con respecto a la expropiación de activos. "En segundo lugar, la decisión de muchas empresas de suspender sus operaciones en Rusia es, yo diría, de naturaleza algo emocional y puede haber sido tomada como resultado de una presión sin precedentes sobre ellos de la opinión pública en el extranjero. Así que lo más probable es que vuelvan. Y personalmente, me quedaría con esa oportunidad para ellos", añadió.
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LA FORTUNA DE VLADIMIR POTANIN
Actualmente, Potanin es el multimillonario más rico de Rusia con una fortuna de alrededor de 22.500 millones de dólares, según Bloomberg. Incluso, tras haber perdido la cuarta parte de su fortuna con la caída de las acciones de Norilsk Nickel.
Según 'CNN', Norilsk Nickel es el mayor productor mundial de paladio y níquel de alta calidad. A su vez, es un importante productor de platino y cobre. Por el momento, han quedado exentos de las sanciones impuestas por países occidentales que tienen en crisis a la economía rusa.
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Tras el inicio de la invasión a Ucrania, decenas de empresas de Estados Unidos, Europa y Japón han decidido abandonar las fábricas, tiendas, oficinas y otros activos producto de las múltiples sanciones.
Por su parte, el Gobierno ruso ha intentado impulsar un proceso de nacionalización de ciertas compañías y suavizar las restricciones sobre las divisas; con el fin de pagar los intereses de los bonos y préstamos extranjeros.
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