Las reservas de petróleo de Estados Unidos bajaron más del doble de lo esperado por analistas, es decir 7,6 millones de barriles.
El Departamento de Energía indicó que, con la disminución de la semana pasada, las reservas alcanzan los 495,4 millones de barriles, todavía en niveles altos para estas fechas.
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Los analistas habían calculado un descenso semanal de 2,9 millones de barriles. Las importaciones de crudo alcanzaron en la semana que cerró el 7 de julio una media de 7,6 millones de barriles al día, con un descenso de 132.000 barriles respecto de la semana precedente.
Por su parte, la media de las últimas cuatro semanas en las importaciones de crudo, un indicador menos volátil, se ubicó en 7,8 millones de barriles diarios, un 3 % menos que en el mismo periodo del pasado año.
Las reservas de gasolina para automoción se redujeron en 1,6 millones de barriles, hasta los 235,7 millones. Por su parte, las reservas de combustibles destilados, como el diesel y el gasóleo de calefacción, crecieron en 3,1 millones de barriles y se situaron en 153,6 millones.
Además, el Departamento de Energía informó de que las refinerías operaron a un 94,5 % de su capacidad instalada, frente al 93,6 % de la semana anterior.
