El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, anunció este jueves su renuncia al cargo como respuesta a la crisis política que enfrentó su administración por las continuas acusaciones de escándalos extralaborales.
(Las crisis que llevaron a la caída del primer ministro de Reino Unido).
“Debido a los escándalos de los últimos dos años fue algo que cada vez parecía más probable. Sin embargo, nadie esperaba que todo iba a pasar tan rápido. Significa una verdadera ruptura en la política del Reino Unido. El político quien aseguró el Brexit y una victoria electoral enorme en el 2019, ahora sale del escenario”, apuntó Ulf Thoene, profesor asociado en negocios internacionales de la Universidad de la Sabana.
La labor de Johnson se vio implicada en escándalos, como el más reciente conocido como ‘Partygate’, donde se celebraron fiestas en Downing Street cuando el país enfrentaba una cuarentena estricta por el repunte de casos de la covid-19.
(Escándalo de acoso sexual: la nueva crisis en el gobierno británico).
Durante su alocución, Jonhson aseguró que continuará como mandatario interino mientras se encuentra el reemplazo, lo cual podría llegar en octubre próximo. “He nombrado a un gabinete que sirva, como lo haré, hasta que haya un nuevo líder”, señaló.
Este proceso, que debe iniciar el Partido Conservador para buscar un nuevo líder, puede tardar semanas o meses, debido a las propias regulaciones para elegir representante.
Esta decisión de Johnson, debido a su impopularidad dentro del propio partido gobernante, ha llevado a pensar que la actual crisis política podría incrementarse.
“El futuro dependerá de cómo muevan las fichas los contrarios a Johnson. Podrían presionarlo para que deje el cargo antes de octubre y que desde ya se forme un nuevo gobierno y a un reemplazante, sin embargo, dentro del propio Partido Conservador no hay liderazgos que surjan”, apuntó Paulina Astroza, directora del Programa de Estudios Europeos de la Universidad de Concepción (Chile).
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