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Internacional

12 sept 2019 - 10:00 p. m.

Temor económico impulsa medidas de bancos centrales

El BCE redujo sus tasas de interés al 0% y anunció más compras de bonos, mientras que se espera que la Fed baje su indicador la próxima semana.

Mario Draghi

El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, anunció los estímulos.

EFE

POR:
Con Agencias
12 sept 2019 - 10:00 p. m.

Ahora mismo, cada nuevo dato que se publica sobre cómo es la perspectiva para la economía mundial, se convierte en una nueva decepción y, por tanto, un nuevo argumento que impulsa el temor a una desaceleración mundial e, incluso, a una recesión.

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Y ayer fue una nueva jornada en la que se juntaron diversos malos pronósticos. El Banco Central Europeo (BCE) anunció sus nuevas previsiones para la zona euro, las cuales se redujeron en 0,1% para este año hasta 1,1%, y en 0,2% para el próximo a 1,2%. Además, el presidente de la entidad, Mario Draghi, aseguró que aunque el riesgo de recesión en la región es “débil”, este “sigue aumentando”.

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Sin salir de Europa, el instituto IFO de Alemania emitió ayer un informe sobre la principal economía del bloque, anticipando que la economía germana caerá también un 0,1% en el tercer trimestre, entrando en recesión técnica. Eso sí, espera que para todo el año tenga un avance de 0,5%.

(Lea: Colombia se queda sin margen para bajar las tasas de interés)

“La economía alemana está en claro riesgo de entrar en recesión. Como si de una fuga de petróleo se tratara, la debilidad de la industria se está expandiendo gradualmente a otros sectores productivos del país, como la logística”, aseguró Timo Wollmershaeuser, director de pronósticos del IFO Institute.

Sumado a esto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) lanzó una nueva alerta, al asegurar que los aranceles impuestos por Estados Unidos y China podrían bajar el nivel de la producción económica global en un 0,8% en 2020 y generar pérdidas adicionales en años futuros, según apuntó el portavoz de la institución, Gerry Rice, quien además agregó que las tensiones comerciales están comenzando a lastrar el dinamismo de toda la economía internacional.

Estas y otras cifras se han unido para crear un entorno en el que los grandes bancos centrales del mundo deben sacar su artillería para tratar de enfrentar estos temores financieros.

En este sentido, el BCE tomó un fuerte paso en ese camino ayer al anunciar una serie de medidas para apoyar la frágil situación de los países del euro. Para esto, rebajó por primera vez desde marzo de 2016 su tasa de depósito y anunció que reanudará su programa de compra de deuda de los países, movimientos que son un “big bang” para el banco ING o un “regalo de adiós a los mercados”, según LBBW y Berenberg.

En concreto, la institución bajó su interés ‘de depósito’ (de -0,40% a -0,50%), para incitar a los bancos a prestar a las empresas y a las familias, dejó sus otras dos tasas directoras sin cambios, y la principal se fijó en cero.

Asimismo, el BCE relanzó su vasto programa de compra de activos, denominado ‘Flexibilización cuantitativa’, por la que adquirió 2,6 billones de euros en obligaciones públicas y privadas entre marzo de 2015 y diciembre de 2018 en la zona euro. Estas compras se reanudarán el 1 de noviembre a ritmo de 20.000 millones de euros mensuales y “por el tiempo que sea necesario”.

Por otro lado, el BCE adoptó un sistema de tasas escalonadas para aliviar la carga de interés que pesa sobre los bancos, y modificó las condiciones de los préstamos gigantes acordados a los establecimientos a para hacerlos más favorables.

De hecho, Draghi hizo un llamado poco habitual a los países de la zona, en particular a los que “tienen márgenes presupuestales”, y les pidió actuar “de manera eficaz y rápida” para apoyar por su lado a la economía, en alusión transparente a Alemania.

RESERVA FEDERAL

Pero no solo el BCE tomará medidas, sino que se espera que la próxima semana, la Reserva Federal de Estados Unidos, que se reunirá el martes y miércoles, defina una nueva rebaja en sus tipos de interés. Según los analistas del mercado, en estos momentos ven una probabilidad de 93,6% de que el organismo baje 0,25% su tasa hasta dejar el indicador entre 1,75% y 2%.

Cabe decir que si bien este recorte se da por hecho, los próximos aún no estarían asegurados, pues esa probabilidad baja hasta el 48% para una reducción de 0,25% adicionales en octubre. Solo el 23,2% ve posible que en diciembre la tasa de referencia se cierre en el rango de 1,25%-1,5%.

Precisamente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha redoblado su presión para que la Fed rebaje el indicador.

“El Banco Central Europeo, actuando rápidamente, recorta las tasas 10 puntos básicos. Ellos tratan de, y lo están logrando, depreciar el euro contra un dólar muy fuerte, dañando a las exportaciones de Estados Unidos (...) Y la Fed espera, espera y espera”, tuiteó Trump media hora después del anuncio del BCE. “A ellos les pagan por endeudarse, mientras que nosotros pagamos intereses.

Y esto se unió a las palabras de un día antes, en las que aseguró que “es sólo la ingenuidad de Jay Powell y de la Reserva Federal lo que no nos permite hacer lo que otros países ya están haciendo. Nos estamos perdiendo una oportunidad única en la vida debido a ‘cabezas huecas’”.

GUERRA COMERCIAL

Lo que ocurra en los próximos meses con la guerra comercial tendrá un gran impacto sobre la economía del mundo. Y precisamente esta semana se han dado varios pasos positivos para que, por fin, se logre un acuerdo entre Estados Unidos y China.

Precisamente ayer, Estados Unidos dijo que quiere “sustanciales avances” en las inminentes negociaciones con China luego de que ambas partes hicieron gestos que avivaron la posible solución de su guerra comercial.

El presidente Donald Trump “puede llegar a un acuerdo en cualquier momento, pero quiere un buen acuerdo”, dijo ayer el secretario del Tesoro Steven Mnuchin, recordando que Pekín se había comprometido desde el principio a reequilibrar el comercio entre los dos países. “No queremos un viaje que sea solo una serie de discusiones. Queremos lograr avances sustanciales”.

Los importadores chinos compraron ayer al menos 10 cargamentos de soja estadounidense, su mayor adquisición desde junio. Las compras de 600.000 toneladas, se enviarán entre de octubre y diciembre.

Con Agencias

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