En un momento en el que la cuestión de la migración y los refugiados en el mundo se ha convertido en una de las principales controversias diarias, Acnur presentó ayer su informe anual en el que mostró que el mundo en el 2017 llegó a un nuevo máximo de desplazados por la fuerza, los cuales llegan ya hasta los 68,5 millones.
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“En 2017 hemos llegado a máximos históricos, resultado de varias crisis de desplazamientos que tienen lugar y del surgimiento de otras, especialmente en República Democrática del Congo, Myanmar y Siria. Una de cada 110 personas en el mundo es desplazada. Frente a esta realidad, los desafíos para los países y comunidades de acogida son enormes, y ahora más que nunca ayudar a los refugiados debe ser una responsabilidad compartida”, consideró Rocío Castañeda, oficial de Información Pública de Acnur en Colombia.
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Pero esta situación no solo ocurre en estas regiones, sino que Latinoamérica también presenta datos preocupantes. “Hay varias situaciones que nos preocupan. Una de ellas es la del norte de Centro América, (Honduras, Guatemala y El Salvador) donde las personas sufren violencia por bandas y por falta de protección. La otra es Venezuela, donde muchas personas han tenido que salir por diferentes razones”, resaltó Castañeda.
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De hecho, como indica el informe, la compleja situación socioeconómica y política en la República Bolivariana de Venezuela ha causado que más de 1,5 millones de venezolanos se muden a los países vecinos.
En cuanto a la situación nacional, Acnur destaca que el año pasado Colombia fue una vez más el país que tiene una mayor población de desplazados internos. “Según el Gobierno, se registraron 7,7 millones desde el 1985, lo que representa un aumento de un cuarto de millón desde el comienzo del año”, pone de manifiesto el organismo.
Con todo, entre los principales temores de la institución se encuentra el hecho de que 16,2 millones de personas se convirtieron en nuevos desplazados en 2017 a nivel global. Además, hay 173.800 niños que no están acompañados o han sido separado de sus familiares, indica Acnur.
Esta situación está generando preocupación en EE. UU. por las medidas en la frontera, al conocerse que en apenas un mes, hubo 2.432 niños a los que se les separó de sus familias, que se encuentran arrestadas.
El presidente Donald Trump defendió esa política, que ha despertado críticas tanto del lado demócrata como del mismo partido republicano. El líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, aseguró que la mayoría del partido quiere acabar con la situación.
Redacción Portafolio
