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13 jun 2022 - 6:00 a. m.

Cumbre 2030 avanza en fortalecer el ecosistema de impacto en Colombia

Pnud

el objetivo fue identificar el rol del sector privado frente a los desafíos sociales, económicos y ambientales.

Andrés Castellanos / iNNpulsa

POR:
Portafolio

Este jueves 9 de junio se desarrolló la segunda versión de la 'Cumbre 2030, la gran conversación', con el liderazgo de Sistema B, iNNpulsa Colombia, NAB Colombia, Latimpacto, el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD y el apoyo de Portafolio y la Universidad EAN.

En esta última versión, el objetivo fue identificar el rol del sector privado frente a los desafíos sociales, económicos y ambientales del país, para adelantar acciones concretas y mancomunadas que aceleren la transición hacia un modelo económico más sostenible en Colombia.

Fue así que, a través de tres mesas de trabajo que tomaron como insumo las más de 400 acciones y propuestas que resultaron de seis mesas regionales desarrolladas previamente con más de más de 270 actores del ecosistema, los asistentes al evento le apuntaron a construir una visión inspiradora y retadora que acelere la transición hacia un modelo económico más sostenible, así como a la consolidación de la economía de impacto del país.

Las mesas fueron las de gobernanza, que trabajó en definir mecanismos que permitan una mayor transparencia y unidad en la medición y reportes de impacto, al igual que el rol de la figura BIC -empresas con propósito- en Colombia; la mesa de financiación, que buscó proponer estrategias que permitan canalizar e incrementar recursos y movilizar actores para financiar el impacto; y la mesa de incidencia, que tuvo como propósito identificar herramientas de política pública y estrategias para consolidar el ecosistema de impacto en el país.

Alejandro Pacheco, representante Residente Adjunto del PNUD en Colombia, recogió la necesidad de las mesas de trabajo apuntando el hecho de la necesidad de revisar el documento ya elaborado desde las mesas regionales, enfocándose en la capacidad y el lenguaje.

“Debemos revisar el documento sin perder el foco. Respecto al lenguaje debemos hablar de métricas, impacto y propósito, esa es una conversación extensa que nos lleva al saber de que el lenguaje debe ser para todos para que el tema de la inversión de impacto no sea de una sola persona sino que se convierta en el corazón de las empresas”, apuntó Pacheco, quien además indicó que hay esfuerzos pequeños que están atomizados y se necesita de grandes decisiones para transformar esta realidad.

El representante Residente Adjunto también explicó que otro reto es el de lograr que se den los procesos de manera más sencilla, en tanto que, “el intercambio no se da de manera tan fluida por lógicas regulatorias que buscan frenar algunas cosas no propositivas pero obstaculizan otras que sí lo son”.

Sumado a este hecho, en el panel ‘Visión país: el futuro de la economía de impacto en Colombia', se evidenciaron otros desafíos, al tiempo que se destacó la alianza entre entidades de distintos tipos para fortalecer la inversión de impacto en Colombia, que buscan establecer este tema en la agenda del próximo gobierno, dada su relevancia no solo para el país sino también para el planeta.

Sara Ferrer, representante Residente del PNUD en Colombia, destacó la oportunidad que significa este tipo de inversión en Colombia. “Este es un mapa de oportunidades de negocio que además inciden en el componente social, para esto es muy importante hacer pedagogía, especialmente en las alcaldías y en los pueblos para convencerles de sus beneficios”, dijo Ferrer, al tiempo que pidió “contagiar” de la inversión de impacto a distintos actores. Para ella, el visibilizar las buenas prácticas que ya están en marcha, es un componente clave en esta labor.

Este es un mapa de oportunidades de negocio que además inciden en el componente social

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“Con el NAB estamos en este proceso de identificar esas buenas prácticas para socializarlas y motivar a nuevos inversores”, afirmó Ferrer.

De oro lado, Paula Delgadillo, fundadora de NAB Colombia, apuntó la necesidad de que se adopten los modelos de medición que ya hay en el mundo para la inversión de impacto, pero trayéndolos al contexto colombiano.

"En la medición es importante buscar homogenización con colombianización, es decir, apalancarse en lo que ya hay pero adecuarlo a nuestro país”, dijo Delgadillo.

Francisco Noguera, presidente de iNNpulsa, aseguró que esos casos de éxito son una realidad en los territorios. “En todas las regiones hay referentes y es por eso que nosotros hacemos el Héroes Fest porque estamos convencidos de que los emprendedores de las regiones son los verdaderos héroes del país”, puntualizó Noguera.

Así mismo, Claudia Martínez, co-fundadora de Sistema B, las empresas con propósito, puso a disposición la opción que tienen en su página web para hacer la medición de la inversión de impacto.

“La herramienta ya existe, nosotros la adaptamos con el PNUD para que sirva a los propósitos de la Agenda 2030”, explicó al tiempo que fue enfática en la necesidad de contagiar la inversión de impacto en tanto que no solo le sirve a la sostenibilidad del planeta, sino que es rentable.

El espacio de este 2022 abrió con el lanzamiento y presentación del ‘Estudio de Cuantificación de la Inversión de Impacto en Colombia’, realizado por NAB Colombia, Global Steering Group for Impact Investment (GSG) y Econometría.

“Participaron 29 entidades que realizan inversión de impacto en el país, su información auto reportada se cuantificó en 453 millones de dólares, el saldo acumulado desde que empezaron este tipo de inversiones en Colombia, hace más de 15 años, sin embargo, luego de un ejercicio de depuración para ver si se ajustaba a la definición estricta de inversión de impacto, la cifra se redujo a 167 millones de dólares”, explicó Daniel Castellanos, de Econometría, quien realizó el estudio. Para el año 2021, la inversión de impacto en el país fue de 55,8 millones de dólares.

Él señala que las entidades que reportaron, definieron la inversión de impacto tal como la entendían y apunta que, “este concepto es difícil y en Colombia no es del todo clara la definición. Ese es un mensaje importante del estudio, que se debe trabajar más en unificar ese concepto”, concluyó Castellanos.

Próximamente, en las páginas web de los aliados, se publicará el documento que recogerá el trabajo de las mesas regionales, que se llevaron a cabo en Bucaramanga, Cali, Manizales y Medellín, donde participaron más de 270 actores del ecosistema, sumado a las conclusiones de la ‘Cumbre 2030, la gran conversación’.

La riqueza de este insumo, que le será entregado al gobierno que entre a ejercer desde el próximo 7 de agosto, está en el hecho de que recoge la visión de país, una mirada descentralizada que permitirá seguir avanzando en el fortalecimiento de la inversión de impacto en Colombia.

Más Contenido*. Una alianza de Contenidos Editoriales Especiales de EL TIEMPO y el PNUD.

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