Desde hace algún tiempo, el concepto de familia se ha ido acoplando a las nuevas realidades. Hoy en día, muchas personas incluyen a sus mascotas como parte esencial de su núcleo familiar, incluso algunas parejas han optado por tener mascotas en vez de hijos.
Al parecer, uno de los argumentos recurrentes son los costos de mantenimiento: algunos consideran que es más económico sostener a una mascota en lugar de a un hijo, mientras que otros piensan lo contrario.
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Entonces... ¿quién tendrá la razón? Más allá de evaluar si son realmente sustitutos o si se pueden considerar al mismo nivel un bebé y una mascota, Portafolio habló con Santiago Rodríguez, profesor de la facultad de Administración de la Universidad de los Andes, consultó por la realidad financiera que debe enfrentar una persona que va a hacerse cargo de una mascota o de un bebé.
"Definitivamente, en cualquier caso debemos considerar que cualquiera de las dos alternativas requiere una responsabilidad financiera", explicó.
Para Rodríguez, hay un primer punto que debe evaluarse y es que una mascota, por naturaleza, puede durar menos tiempo viva que una ser humano: sus ciclos de vida son más cortos y, en este sentido, los gastos podrán ser mayores si se decide tener un bebé.
Sin embargo, el profesor aclara que no todas las mascotas demandan la misma cantidad de dinero, hay unas que requieren mayores cuidados que otras y que, por genética, se pueden enfermar con mayor facilidad. En este sentido, la inversión no será igual para unos animales u otros.
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Bebes
FOTO: iStock
Esto mismo ocurre si se habla de los hijos, porque, aunque hay unos gastos que independientemente de todo deben asumirse, como el vestido, la alimentación y la educación, cada familia accederá a esto de acuerdo con sus ingresos y, por tanto, unos podrán invertir más en educación que en vestido o al contrario: entonces, dependerá de la decisión de los padres, de la tradición y cultura familiar.
Así, teniendo en cuenta que puede haber elementos que varían de forma sustancial los gastos, el profesor comparte algunos ítems que pueden ser comparados de forma genérica.
- Primero, en el caso de la alimentación, tanto la mascota como un bebé requieren una inversión en este sentido. Según Rodríguez, los productos de bebés en el mercado tienen un precio mayor que el concentrado para las mascotas, sin embargo, hay alimentos para animales que pueden llegar a costar, a veces, un poco más y también dependerá del peso del animal, si es grande o pequeño.
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Según el análisis de Rodríguez, en general los seres humanos requieren una alimentación balanceada que implica comprar mayor variedad de productos, asunto que no ocurre con las mascotas.
Archivo Portafolio.co
- Otro gasto que debe agregarse a la lista es la salud. En ambos casos hay que hacer controles y monitoreos,
En este punto particular, el docente explica que es muy probable que sea más costoso pagar un veterinario, pues en Colombia existen leyes que amparan al paciente y, en ciertos casos, reducen o exoneran del pago, por ejemplo, en caso de una urgencia o emergencia de salud, y esto no ocurre con los animales: muchas veces se deben pagar grandes sumas de dinero por una operación o chequeo médico.
Y luego a esto se debe agregar que hay que comprar medicinas. En el caso de los animales, normalmente al ser especializadas son más costosas que las que venden en una droguería para pacientes humanos.
Igualmente, señala que esto dependerá del nivel de cuidado del dueño o del padre, pues, entre menos se enferme la mascota o el bebé, habrá menos gastos, aunque hay ciertos eventos que son difíciles de predecir.
Mascotas
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- Finalmente, Rodríguez analiza la inversión en cuanto a la educación. En principio una mascota no va a la escuela, así que se supondría que este no sería un gasto, sin embargo, actualmente las personas pagan guarderías para mascotas que, dependiendo de la instalación y los servicios que ofrecen ciertos negocios, tendrán u mayor o menor costo.
Sin embargo, la educación para un bebé, se supone, implica el pago de un jardín, de un colegio y, en algunas familias, de universidad. "Existe la posibilidad de estudiar de forma gratuita en Colombia, sin embargo, hay unos gastos asociados como el transporte y la adquisición de materiales de estudio", explicó el experto.
Así las cosas, el profesor concluyó que, simplemente por el hecho de que una mascota tenga un ciclo de vida más corto, los gastos serán menores en los animales, "pero todo dependerá, gran medida, del poder adquisitivo de la personas".
"En cualquier caso, ambas decisiones requieren un alto nivel de responsabilidad", cerró.
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