En fotos / 15 consejos a la hora de comprar un carro usado

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Para el caso de mirar el motor, detalle el chasis y el estado de las latas, existen talleres especializados que le pueden dar una evaluación confiable sobre el carro en el que está interesado. Este proceso se le denomina peritaje.

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Es importante observar todo: verifique la apertura y el cierre de las puertas. Estas deben cerrar suavemente, al igual que los vidrios y los seguros, y en ningún caso deben ser forzadas.

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Las uniones soldadas y la calidad de los acabados deben revisarse en detalle. Por esto, compruebe visualmente ambas cosas; desprendiendo el empaque del contorno de alojamiento de las puertas y los parales, para así detectar defectos que indican choques duros o volcamientos.

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El tratamiento de la pintura debe igualmente ser revisado puntualmente: si el color de las latas no es parejo, así como su brillantez, dude del tratamiento. Deslice sus manos por las superficies, deben estar totalmente lisas, sin arrugas, ni asperezas, que son síntomas de un mal arreglo.

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El uso promedio de un carro por año es de 20.000 kilómetros. En este sentido, haga cuentas del año en que salió el mercado el vehículo y vea cuánto lleva, con respecto a lo que debería llevar.
Por ejemplo, si un carro es de 2010, este debería tener, en promedio, 120.000 en su kilometraje.

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Normalmente, los vehículos son sometidos a reparaciones, por lo cual debe chequearse que la tornillería de la tapa de válvulas y de la culata del motor no tengan rebordes ni desgastes exagerados. El mismo procedimiento se aplica a los tornillos, pernos y tuercas del resto del vehículo.

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Las bujías todas deben ser de la misma marca y juego. Mire la tonalidad y el desgaste de la punta de los electrodos, los cuales puede evaluar así: color ladrillo: la carburación es adecuada; negro o con aceite: el carro está 'pasando' aceite.

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Compruebe los pedales: si el del embrague está muy desgastado, hace pensar que el conductor no quitaba el pie de allí -así sólo fuera para 'descansar'- y eso acelera el desgaste del sistema de embrague o 'clutch' (sobre todo, el deterioro del disco).

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Pida una prueba de motor, fugas o compresión. Es más confiable la prueba de fugas, aunque más complicada, pues la de compresión es fácilmente manipulable, si se aplica un aceite más espeso.

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Si desea ver cómo está la batería, intente arrancar el motor con las luces del carro encendidas. En caso de que no encienda con facilidad, ojo, la batería no está en buen estado.

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Después de los detalles técnicos, viene la prueba de manejo. Para esta, pida al vendedor que maneje el carro primero. Con seguridad, tratará de impresionarlo con la potencia del motor, la suavidad de marcha y, en general, con el buen estado del carro.

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Ahora, cuando usted se ponga delante del volante, tenga presente que el sonido del motor debe ser suave y parejo. Si detecta ruidos que le suenen extraños, recuerde mencionarlos en el taller donde haga la revisión mecánica.

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Sáquele 'jugo': maneje a diferentes velocidades y por todo tipo de terrenos, suba lomas, entre a calles sin asfaltar y evalúa todos los escenarios. No olvide que este posiblemente será el vehículo para usted y, en un futuro, podría dejarlo 'varado', de no revisarlo en detalle.

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¿Sabe qué hacer frente al 'clutch'? Este, que en español se llama embrague, puede diagnosticarlo en una pendiente: si nota que la velocidad del motor aumenta pero el auto no avanza, es señal de un disco gastado.

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Finalmente, pida al compañero que tome el volante, para que usted pueda revisar cuando este acelere, y así ver si cómo es la salida de humo: si es negro puede indicar mala sincronización o defectos de ajuste en el carburador. Si es azulado, puede ser desgaste interno del motor.
No lo olvide, revise todo parte por parte y tome su tiempo; no decida apuradamente.