En fotos / Que ahorrar se vuelva una obligación en su vida

ABEL CÁRDENAS

Piense dos veces antes de comprar. Cada que tenga en mente comprar algo, o que lo vea y se haya ‘antojado’, tenga presente dos cuestionas concretas: ¿de verdad lo necesita? y ¿no es simplemente algo de momento?
Es importante que esto se convierta en algo constante en su vida, pues la espera para comprar algo puede salvarlo, si tienes algún problema en un futuro.

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Aleje lo máximo posible sus tarjetas de crédito.
Pueden ser sus mejores amigas, pero también sus peores, puesto que lo pueden ayudar en momentos de urgencias o de gravedad, pero que esto no se vuelva una excusa para gastar desaforadamente. Está bien tenerlas, pero es vital mantenerlas bajo control lo más que pueda.

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Evite suscribirse a ofertas de correo. Este caso también incluye el comercio electrónico, que no se pretende ‘satanizar’, pero sí debe hacerse de forma controlada, de modo que solo se aproveche en los momentos más indispensables y de mejor solvencia. En este sentido, no recibir información directa de las tiendas ayudará a que no sientas la necesidad de comprar cada que lees un correo.

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Limitar registros en tiendas online. Normalmente las personas mantienen guardados sus datos automáticamente en las páginas web, con lo que les hace más fácil gastar con un solo click.
Esto, además de ser muy inseguro, también puede ser un peligro para tu bolsillo, pues crea un impulso directo entre la compra y la venta.

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Registrar cuentas diariamente. Tener un registro de tus cuentas diarias servirá para que el control se vuelva algo de todos los días y así llevarás todo en orden, para aquellos momentos en que sepas que sí puedes gastar un poco más o si de verdad la capacidad monetaria no te da para hacerlo. Las listas siempre son una buena solución, ya sean físicas o digitales.

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Pida ayuda. Para todos no es fácil controlarse en cuanto a compras a crédito se refiere, lo cual es muy respetable y entendible. Es por esto que pedir ayuda o simplemente hablar con un familiar o un asesor financiero puede hacer la diferencia, con el fin de que tengas un apoyo emocional a la hora de tratar con tu dinero y con lo que podría servirte para cosas realmente importantes y vitales.

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Automatizar inversiones. Esta es una idea concreta y segura de que tus recursos se destinen al mejor lugar: tu propio fondo de inversión y de forma automática, ya que esto permite que estos no se “vuelvan plata de bolsillo”, como dice el refrán popular y te den rentabilidad.

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Minimice costos de transporte y alimentación.  Puede sonar absurdo, pero el hecho de usted decretar reuniones cerca de su trabajo o casa, harán que el ahorro sea moderado, pero a fin de mes pueda sentirse de más cantidad. La clave no está en dejar de comer o movilizarse, no; está en aprovechar cualquier forma de no sobregastar.

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No comer cuento de la publicidad. El propósito principal de la publicidad es enganchar a las personas en torno a una promoción o descuento, con lo cual muestran una supuesta rebaja de precios (a veces sí puede ser real), pero lo que hacen es dominar su mente, haciéndole creer que es un mejor negocio para usted que para las marcas. No lo es.

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Busque precios adecuados para su situación. Esto, además de significar que usted gaste según lo que tiene, quiere decir que no necesariamente debe adecuar sus compras en torno a lo que recibe todos los meses, sino que es posible que, por haber ahorrado unos meses, pueda gastar otro mes en mejores cosas. Trate de que los gastes representen inversiones y no pérdidas totales.

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Separar la cuenta de banco de fondo de emergencia. Los fondos de emergencia son justamente para eso, emergencias y situaciones adversas que no desearías que pasaran, pero que no está mal tener como apoyo a la hora de una crisis. De allí que se de gran importancia separar tu ‘caja menor’ de estos ahorros, lo cual te salvará de una situación crítica y, a la vez, aumentará tu fondo por los intereses generados.

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No extienda créditos a largos plazos. Cuando le preguntan a cuántas cuotas quiere diferir su pago con tarjeta de crédito, ¿usted dice siempre que más de dos o tres? Es momento de parar eso, porque las deudas a largo plazo son de las cuestiones que más ‘mordiscos’ le dan a su dinero. Trate de diferir pocas cosas –y muy importantes- de esta forma y, si no puede, evite hacer la compra en primer caso.

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En lo posible, gaste después de recibir y no antes. Si bien las tarjetas de crédito son tentadoras, como ya mencionamos, tener un balance a partir de lo que sí se tiene puede salvar sus cuentas y darle tranquilidad a final de mes o cuando deba pagar alguna factura, pues sabrá que la plata estará ahí para lo que la tiene destinada.

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Aproveche días negros y de ofertas. Puede sonar obvio, pero las épocas de descuentos y la variada oferta de días de ofertas pueden salvarle su diciembre. Aproveche las posibilidades que le dan esos días de precios bajos, para comprar regalos que sabe necesita dar.

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Recompénsate. No todo se trata de ahorrar y ahorrar y no gastar nunca, ni mucho menos. Las recompensas por tener un buen manejo fiscal y por ser responsable a la hora de manejar tus finanzas debe ser tomado por ti y tus cercanos como algo por lo que vale la pena luchar.