La disminución de compra e iniciación de proyectos de vivienda, que completa más de 10 meses, ha afectado el crecimiento del sector edificador durante este 2023, además de toda la cadena que hay detrás de esta industria.
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Según la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, este sector jalona al menos 30 renglones más de la economía, por tal motivo, no es de extrañar que una baja en la dinámica esté golpeando fuertemente a otras industrias, como por ejemplo, a la cementera.
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En cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), a julio cayeron 6,5% los despachos de cemento en el país de manera anual y 5,3% en el año corrido. En despachos a constructoras y contratistas la demanda ha bajado 14,6% de manera anual.
Estas cifras a la baja las respaldan las empresas, que han señalado que el cambio en las reglas del programa de Mi Casa Ya, para la compra de vivienda, ha sido el principal causante de esta disminución en los despachos para nuevos proyectos.
Según señaló Juan Esteban Calle, presidente de Cementos Argos, han tenido que buscar alternativas a través de la optimización de costos para aguantar la baja en los volúmenes vendidos este año.
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“Las eficiencias operativas fueron logísticas, en la producción de cementos y concreto, entre otras, sopesando los menores volúmenes demandados por la industria. Estamos impactados por la dinámica del sector residencial, una parte por la transición de Mi Casa Ya y por el aumento en las tasas de interés, que han quitado y limitado la capacidad de compra de los hogares”, señaló Calle.
Sobre los cambios del programa, Calle mencionó: “reconocemos que la transición que ha experimentado el programa, que es bien intencionada, ha impactado el ritmo de vivienda y por consiguiente la demanda de cemento. Las cifras de la industria no serán positivas ni en 2023 ni parte del 2024. Estamos ajustados a esta realidad”.
Mi Casa Ya
Alcadía de Chiquinquirá (Boyacá)
Caso contrario ocurre con la cementera Holcim, que ha mencionado que si bien no han sentido una baja en sus volúmenes, les preocupa el futuro la continuidad de los programas de vivienda.
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“Si la situación de la construcción continúa y si los programas sociales de vivienda se detienen, sin lugar a duda tendremos un 2024 muy retador”, mencionó la empresa a este medio.
Así mismo, dicen que si bien su volumen se ha mantenido estable a pesar de la desaceleración de la dinámica en la VIS y No VIS consideran primordial para el sector constructor que se continúen impulsando programas como Mi Casa Ya, para lograr incrementar la demanda del mercado de vivienda y con esto, cerrar el déficit habitacional que tiene el país.
“Confiamos en que el Gobierno tomará las acciones para dinamizar la industria de la construcción, ya que, sin lugar a dudas, es un jugador básico en el desarrollo del entorno económico de nuestro país”, menciona Holcim.
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Vale mencionar que la Vivienda de Interés Social (VIS), hacia el cual va dirigido el alivio económico que proporciona el programa de Mi Casa Ya, jalona el 70% de las ventas de vivienda en el país.
Según el último reporte de Coordenada Urbana, sistema de información del sector de Camacol, en agosto cayeron 52% las unidades de vivienda comercializadas frente al mismo periodo de 2023, pasando de 18.192 unidades vendidas a apenas 8.699 unidades este año.
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El segmento más perjudicado, y que jalonó estas cifras a la baja, es VIS, que presentó un decrecimiento en sus ventas del 57% de manera anual, pues mientras que para agosto de 2022 se comercializaron 13.037 unidades de este renglón, en el mismo mes de 2023 se vendieron 5.613 unidades.
En lo corrido del año se han vendido 87.156 unidades habitacionales, 49,8% menos que en 2022 (173.575 unidades). En el segmento VIS se han vendido hasta agosto 57.836 viviendas, 54,1% menos que en 2022, pues al mismo periodo se había comercializado 125.957 unidades.
Mi Casa Ya.
iStock
Debido esta baja, los lanzamientos se han resentido notablemente. Para agosto, de manera anual, los lanzamientos de vivienda han caído 51%. Mientras que en 2022 se ofrecieron al mercado 14.415 unidades listas para la venta, este año apenas la mitad (7.050 unidades) lo hicieron.
PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio
