La dinámica del mercado inmobiliario baja cada vez más y la tendencia en Vivienda Interés Social (VIS) se profundizó desde el trancón presentado en la entrega de los subsidios de Mi Casa Ya desde octubre del año pasado. A julio, nueve meses después de esta situación, el sector parece no recuperarse, los constructores venden menos y a su vez cae el número de proyectos lanzados.
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Según las últimas cifras entregadas por la Cámara Colombiana de Construcción (Camacol), en el séptimo mes del año se lanzaron 59,9 % menos viviendas que en el mismo mes de 2022, es decir, se pusieron al mercado 5.821 unidades, mientras que en julio del año anterior fueron 14.510. Vale mencionar que esta cifra fue jalonada por la caída en lanzamientos de VIS, pues siete de cada 10 viviendas comercializadas en el país son de este segmento.
Es así como en VIS, mientras que para el año pasado 10.296 unidades fueron lanzadas al mercado, apenas 2.441 lo hicieron en el mes anterior, lo que significa una dura caída del 76,3 %.
Pero este panorama en lanzamientos comenzó a caer a doble dígito desde el mes de julio del 2022, donde la desaceleración económica puso en alerta al sector, con un menor poder adquisitivo, tasas de interés al alza e insumos subiendo.
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Entre enero y julio los lanzamientos mostraron una caída anual de 51 % y en VIS la cifra llegó a 58,6 %.
En materia de licencias de construcción, el Dane, en su último reporte del mes de junio, también recoge una dinámica que reafirma la preocupación del sector, ya que cada vez los constructores están pidiendo menos metros cuadrados para construir. En junio se licenciaron 1,2 millones de metros cuadrados para vivienda, mientras que en 2022 fueron 2,4 millones, es decir un 49 % menos.
Así mismo, al sexto mes del año se licenciaron 11,1 millones de metros cuadrados, 20,2 % menos que en el año anterior. En lo que corresponde a vivienda, la caída llega a 26,4 %, solo se licenciaron 8,4 millones de metros cuadrados, y en el mismo periodo del 2022 fueron 11,42 millones.
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“Ya empezamos a ver que este patrón sigue. En lanzamientos y ventas vamos en 12 meses de caídas continuas. Así, vemos que la oferta empieza a resentirse y las iniciaciones empiezan a tener menor ritmo, y eso que comparamos julio contra julio, que este mes en el 2022 ya era un mes malo y veíamos que ya empezaba a contraerse la actividad del sector”, señala el presidente de Camacol, Guillermo Herrera.
Ante los ojos del dirigente gremial, toda esta situación a la baja podría impactar a futuro la disponibilidad de oferta de vivienda. Vale mencionar que hoy el tiempo promedio de comercialización de los proyectos inmobiliarios de vivienda en el país es de 17,9 meses (rotación de inventario). Es decir, que esta situación podría presentarse a mediados del año 2025, aunque esto dependerá del ritmo de la compra de vivienda y el aumento en el índice de rotación de inventario, que ha aumentado con el pasar de los meses.
“Esto implica que a futuro tengamos menores índices de producción de vivienda. Esto podría tener impacto en las ciudades, sobre todo en aquellas receptoras de población. De aquí al 2030 estimamos que se deben producir 3 millones de viviendas para atender el crecimiento de la población”, señaló Herrera, quien destacó que al bajar esta construcción va a impactar el déficit cuantitativo.
Ventas de vivienda
Indicó que han hablado con el Gobierno, que la Ministra de Vivienda está al tanto de la situación y uno de los temas que buscan es cómo va a ser el plan contracíclico, al tener a la vivienda nueva como uno de los pilares de la reactivación.
“Si no se toman correctivos ante esta situación, se verá afectado el empleo. De no cambiarse, se podrían perder 150.000 empleos este año”, concluyó.
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Para Camacol, el número de etapas canceladas ha venido en aumento debido al panorama inflacionario, a la baja en las ventas y a la polémica de Mi Casa Ya, cifra que para julio llegó a 52 %.
“El nivel de cancelación ya supera el 20 % frente a un promedio de 7 % u 8 % que habíamos presentado en el sector en los últimos tres o cuatro años. Ya se triplicó el número de etapas canceladas, esto puede estar por el orden de unas 8.000 o 9.000 viviendas que dejaron de construirse, obras que ya estaban licenciadas”, señaló el presidente de Camacol.
Alertó a su vez que estos factores externos han incidido en los cierres financieros de los proyectos.
Así mismo, señaló que el área paralizada creció 7 %, un número que ha venido incrementándose.
PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio
