Este martes, la corporación financiera Corficolombiana, en medio de la charla sectorial sobre ‘Perspectivas del sector constructor en un entorno desafiante’, expertos lanzaron la primera alerta sobre una desaceleración en el ritmo de crecimiento que el sector ha tenido, esto a causa de la inflación, tasas de interés y alzas en los costos lo que incidirá en el futuro del sector en 2023.
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Es de esperarse, entonces, que estas implicaciones causarán a corto plazo que no solo el proceso de adquisición de vivienda se vea afectado, sino que lanzamientos e iniciaciones de proyectos se reduzcan sustancialmente.
Para Edwin Chirivi, vicepresidente técnico de Camacol, pese a los positivos volúmenes de actividad agregados, en los últimos seis meses se ha presentado una tendencia descendente en el mercado.
“Por un lado vemos que en los acumulados anuales continuamos en un volumen bastante interesante, 254.294 unidades prevendidas, esto en referencia con años anteriores, incluso prepandemia, son máximos. Sin embargo, aunque los hogares continúan con el deseo de comprar vivienda, en el octavo mes del año, se registró la venta de 14.912 viviendas, un 33% menos que en el mismo periodo de 2021 en el cual se vendieron 22.408 unidades, incluso en pandemia en agosto se vendieron 18.422 viviendas, 3.000 unidades más que en 2022”, señaló el ejecutivo.
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Sobre lanzamientos también han registrado una tendencia a la baja en términos mensuales. En agosto se lanzaron 10.619 viviendas, esto es un decrecimiento anual de 38,8% frente al mismo mes de 2021 (17.352). Sobre iniciaciones, las cifras son apenas ligeramente menores durante este mes, construyendo 13.153 unidades, y en el 2021 fueron 14.983 viviendas.
A esto, tanto Chirivi como María Camila Orbegozo, directora de Análisis sectorial y Sostenibilidad de IE en Corficolombiana, le atribuyen el efecto de la inflación, tasas de interés altas y alzas en los costos, lo cual afectará desde el cierre de 2022 y el año 2023.
“Las tasas hipotecarias tanto tasas de construcción de vivienda han aumentado en línea con lo que pasa con la tasa de política monetaria del Banco de la República que hoy se ubica sobre el 10%. En el caso de las tasas de adquisición de crédito ya ha subido al menos la mitad (450 pbs) de lo que ha subido la tasa de policía monetaria del Banco de la República (850 pbs) y esto va seguir traduciéndose en incrementos graduales”, señaló Orbegozo.
En el caso del comprador el efecto es mayor sobre todo en el segmento VIS, pues el 70% del comercio de viviendas nuevas en el país, corresponden a esta categoría.
“Vemos que la tasa hipotecaria para compra de vivienda VIS se demora en año y medio en capturar la tasa del Banco de la República, mientras que la No VIS se demora 10 meses. Sin embargo, este efecto en el último segmento mencionado no tiene incidencia en las iniciaciones por su capacidad flexible de aumento de precios, mientras que en el segmento de Vivienda de Interés Social, sí en el siguiente año”, manifestó la ejecutiva de Corficolombiana.
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Y es que el efecto se siente desde ya. Según Chirivi, el 7,7% de los compradores desisten del negocio de comprar vivienda.
“Este indicador podrá subir en 2023 por las alzas en las tasas de interés. Estos negocios fueron pensados y los cierres financieros se hicieron con tasas por el orden de 10-11% y hoy estamos pensando en tasas que pueden llegar al 15,5-16% o incluso que sean mayor a eso”, concluyó.
Ahora bien, sobre alzas en los precios de insumos, los especialistas señalaron que los incrementos en los materiales como el acero, hierro y cemento están en el orden del 10%, por eso proyectos han desistido de su fecha de iniciación. En el último año se han cancelado 243 etapas de los proyectos. Así, los analistas consideran que aunque hay buenas cifras a nivel histórico, hay indicadores decreciendo. Incluso, la rotación de la oferta alcanzó su nivel más alto en los últimos meses, y está en 8,8 meses. Pese a esto Chiviri proyecto un crecimiento en el PIB de construcción 2023 del 2,2%.
Paula Andrea Galeano Balaguera
