El giro hacia un pensamiento más responsable y consciente sobre la forma en que se fabrican los productos cosméticos es una tendencia que viene ganando terreno en las marcas del sector.
(Cosméticos intransferibles y amigables son tendencia hoy).
Prácticas como el testeo en animales, que por estos días ha generado discusión en el mundo por el comercial del conejo Ralph, son cada vez más rechazadas por los consumidores, especialmente los más jóvenes.
Generaciones como la Y y la Z evitan, según expresan distintos estudios, comprar productos que consideran como poco éticos, y es por esto que el maquillaje vegano se viene intensificando.
(Industria cosmética, afectada por la ‘nueva normalidad’).
“Los cosméticos veganos son aquellos en los cuales ninguna de sus materias primas son derivadas o contienen derivados de los animales, como la cera de abejas”, explicó José Miguel Rey, gerente general de Cosméticos Bardot.
En ejemplos como el de esta compañía colombiana, el 98% de las referencias activas dentro del portafolio hacen parte de la nueva línea de la industria, y para junio de este año los productos veganos llegarán al 100%.
Cosméticos Ana María, otra de las marcas locales tradicionales, también basa la prueba de sus productos en procedimientos naturales, que excluyen cualquier tipo de testeo animal como se evidencia en sus comunicaciones públicas.
La demanda por los cosméticos en Colombia es una de las más grandes de la región si se tiene en cuenta que este es el tercer mercado más grande de la industria después de Brasil y México, según se lee en un informe de finales del año pasado de Sectorial.co.
Pucodi, una firma consultora citada en dicho documento, expresó a partir de una encuesta que solo el 3% de las mujeres colombianas entre los 18 y los 50 años no se maquillan, y que en condiciones pre-pandemia el gasto en estos productos representaba un promedio de $1.100.000 anuales, manteniendo un crecimiento ligeramente superior a la inflación en los últimos años.
Bajo este contexto se estima que la adquisición por el maquillaje se mantendrá, pero que la tendencia de la compra consiente y el respaldo a las marcas que la implementen, también será una realidad.
Inexmoda, la autoridad en temas del sector en el país, ya viene pronosticando el auge de la denominada Clean Beauty, que consiste en entender y desarrollar soluciones transparentes, naturales y sostenibles para los clientes.
“Esto ha conllevado que más empresas utilicen insumos y elaboren sus productos naturalmente con el fin de hacer frente a la demanda”, indica la entidad.
COLOMBIA ES EJEMPLO
En agosto de 2020, Colombia se convirtió en un referente para la región al haber sancionado la ley 2047, que prohíbe “la experimentación, importación, exportación, fabricación y comercialización de productos cosméticos y sus ingredientes que sean objeto de pruebas en animales”.
La norma empezará a regir y aplicará sus efectos en los cuatro años posteriores a partir de su sanción, y las personas que infrinjan las prohibiciones serán sancionadas con multa de mínimo ciento treinta y tres (133) a cincuenta mil (50.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Para Alexandre Lemos, gerente general de Natura Colombia, haber legislado a favor de la protección animal empieza a generar un contexto de consciencia de fabricantes y consumidores sobre un tema de la agenda ambiental global.
En esta compañía, desde el año 2006 se dejaron de realizar pruebas en animales y actualmente cuenta con un portafolio compuesto por un 90% de productos veganos.
Finalmente, en la página oficial de L'Oreal se lee que “desde 1989, 14 años antes de que las regulaciones de la Unión Europea nos obligaran a hacerlo, no hemos probado la seguridad de nuestros productos en animales”.
María Camila Pérez Godoy
camgod@eltiempo.com
