Blond Ámsterdam es una empresa de vajillas pintadas a mano que está en Países Bajos. Sus diseños son coloridos, con una estética llamativa y que buscan representar la cultura neerlandesa.
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No obstante, uno de sus últimos productos creó mucha controversia por tener la cara de la joven Ana Frank sonriendo.
La marca ilustró la imagen de Frank junto a otros íconos neerlandeses, como quesos y molinos de viento.
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Cabe recordar que Ana Frank era alemana de descendencia judía y se dio a conocer por un diario que escribió durante la Segunda Guerra Mundial, el cual fue publicado por su padre tras el fin del conflicto. La joven murió en un campo de concentración.
El Centro de Información y Documentación de Israel dijo que el tazón era de mal gusto e irrespetaba “la memoria histórica y el sufrimiento de Ana Frank”.
(Evocando a Ana Frank).
Blond Amsterdam se defendió y comentó que el producto “debería ser un recordatorio positivo de las escenas y los héroes neerlandeses de los que estamos orgullosos”.
Sin embargo, las críticas fueron más fuertes y la empresa decidió retirar el pocillo de su colección.
(En los 60 años del diario de Ana Frank unifican archivos).
Además, informó que todos los ingresos recibidos por las compras de este producto serán donados y que las personas que lo habían adquirido podrán devolverlo sin ningún problema.
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