Crisis por escasez de combustible para avión alcanzó a encarecer precios de tiquetes

La situación de escasez de combustible de aviación de los últimos días, la cual había sido advertida desde hace varios días por actores del mercado aeronáutico y del sector de los comercializadores que atienden a este mercado, generó un intenso debate este lunes, en medio de complicaciones para los viajeros.

Tras una rueda de prensa de los ministerios de Transporte, Minas y Energía y Ecopetrol, en la que se confirmó que se garantizan 163.000 barriles para la operación de los próximos cinco días (32.500 diarios), nivel que es insuficiente, las las dos aerolíneas más grandes en el mercado doméstico, Avianca y Latam, notificaron inicialmente cancelaciones de vuelos.

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Según fuentes consultadas por Portafolio, al menos se dieron 65 vuelos cancelados este lunes, de Avianca con corte a las 6 de la tarde y se llegó a proyectar otras 100 cancelaciones para el martes 27 de agosto, sumadas al anuncio de 36 de Latam para el mismo día.

De acuerdo con los consultados, debido a que Avianca y Latam son los operadores más grandes tenían que realizar cancelaciones preventivas para que la situación no se creciera al final de la semana, toda vez que la primera empresa hace unas 450 operaciones diarias y Latam cerca de 200. Las aerolíneas CIic y JetSmart aún no han reportado novedades sobre el tema.

Y explicaron que Avianca no habría hecho las solicitudes formales para estas cancelaciones, es decir, informar a la Aerocivil 24 horas antes para remover el vuelo del itinerario, lo que les generaba consecuencias ante la autoridad de control, ya que sabían de esta situación desde el miércoles pasado.

En efecto, la Aeronáutica Civil advirtió que al haber reservas de combustible para garantizar la operación habitual no se justificarían cancelaciones por este motivo. 

En efecto, tras esta situación, y luego de que su principal proveedor señaló que las restricciones impuestos se normalizaron, Avianca señaló que reabrió la venta de todas su rutas.

'Recibimos positivamente y con sorpresa la notificación del principal distribuidor del combustible de aviación", indicó la compañía al precisar que la coyuntura evidencia la necesidad de que los acores de la cadena de abastecimiento se anticipen y coordinen mejor. 

No obstante, en juego estaba la posible pérdida de slots o franjas de aterrizaje y despegue, ya que si la Aerocivil no reconocía la contingencia, podrían resultar afectados para su asignación de la próxima temporada.

Igualmente, Latam Airlines señaló que todos los pasajeros afectados el martes 27 de agosto, en los 36 vuelos cuya cancelación se anunció, que ya fueron reacomodados en vuelos para el mismo día. 

Pero sumado a los pasajeros que quedaron con reprogramaciones y otras alternativas para llegar a su destino, las personas que este lunes estaban comprando vuelos vieron desde que casi de inmediato los precios se vieron afectados al alza.

En efecto, al comparar los trayectos que tendrían dificultades por la restricción en el abastecimiento de combustible, hay incrementos a doble dígito. Según el portal de turismo Viajala, la ruta Bogotá – Cartagena, en comparación con la semana anterior, tuvo un incremento de 15 % en sus precios hasta los $352.800 (ida y regreso); en la ruta Bogotá – Montería crecieron 8 % ($432.300); en la ruta Bogotá – Bucaramanga se presentó un alza de también el 8 % ($346.600); en el trayecto Bogotá–Pasto fue de 6,5 % ($541.700); en la ruta Bogotá – Valledupar el aumento de precio llega al 9,5 % ($575.000), mientras que en Bogotá–Leticia se presentó una baja del 4,5 % ($682.000).

Y es que teniendo en cuenta que el recurso está limitado y que la oferta está bajando, es incuestionable que los precios de los tiquetes suban, aunque según el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, no debería ser por cuenta del combustible, ya que el aumento alza debería ser apenas marginal.

El directivo explicó que mientras un barril de este tipo de combustible cuesta 94,5 dólares en el mercado interno, este llega a costar hasta 105 dólares en la importación (y se traerá entre el 8 % y el 10 % de la demanda que necesita el país). Por eso, señala que sería un aumento apenas perceptible.

No obstante lo anterior, hay que tener en cuenta que aunque los costos se podrían ver impactados en menor medida, lo que sí está impulsando los precios sería la baja en la oferta de los vuelos, en medio de una demanda represada y creciente, situación que también deja afectación en los operadores turísticos y agencias de viajes.

"En el sector de las agencias de viajes estamos atentos a lo que digan los distribuidores de combustible y lo que digan tanto la IATA como las líneas aéreas sobre la situación que se presenta en el país. Por supuesto hay preocupación en nuestro sector de las agencias de viajes en cuanto a posibles cancelaciones, ajustes de itinerarios, cierres temporales de algunos vuelos a la venta, como lo han informado las aerolíneas en Colombia y que esto tenga una afectación para las agencias de viajes y los consumidores”, dijo al respecto Paula Cortés, presidenta de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato).

Por otro lado, si bien estas dificultades en los pasajeros y la restricción en los vuelos golpean indudablemente a las comercializadoras de combustibles y al os viajeros, para Roberto Held, experto en aviación, el mayor impacto será para Colombia como 'hub' aeronáutico de la región.

“Colombia es un país que necesita estar conectado por aire, además de ser un servicio público esencial. Más allá de la coyuntura, pierde el país como un 'hub' de conexiones. La situación evidencia la débil infraestructura y abre la puerta que las aerolíneas extranjeras prefieran expandirse y conectar en otros aeropuertos del Caribe, en otros países de la región andina o en Centro América, donde hay certeza y garantías de infraestructura y planes de contingencia oportunos”, mencionó.

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Reconoció el posicionamiento de Colombia y la catalogó como un país privilegiado en la región, siendo Bogotá el tercer aeropuerto con más tráfico en la región (después de Brasil y México). Por eso, “esta situación no solo desconecta a las ciudades y al país, sino que impacta toda la cadena que se deriva de la aviación: hotelería, turismo, restaurantes, transporte”.

Señaló, además, que la estrategia de ‘tankering’ anunciada por el Gobierno para alivianar esta situación, es decir, llenar las aeronaves con combustible para evitar el retanqueo, no es viable para todas las aerolíneas y menos aún para las aerolíneas internacionales, razón por la cual se necesitaría una solución pronta y evitar mayores afectaciones.

“Sin duda, también tendrá un importante impacto en las cifras de este mes de la inflación, además de la actual difícil situación de transporte terrestre. Aquí la pregunta es: ¿quién asume los costos de lo que va a generar esta situación?”, dijo.

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Según el Ministerio de Minas y Energía y Ecopetrol, el país tiene 163.000 barriles para abastecer la demanda de combustible en el país en los próximos cinco días, a razón de 32.600 barriles al día, pero el país demanda más de 37.000 barriles diarios. Entre el próximo 31 de agosto al 2 de septiembre deberá llegar al país la importación de cerca de 100.000 barriles de combustible para abastecer la demanda y nivelar la situación.

“Ese combustible de contingencia en una situación de emergencia está previsto para cinco días, que es un periodo muy corto, porque en el caso de que se requiera importar combustible de aviación, mientras se hace la negociación, se transporta y llega al país, esto puede ser un periodo superior a cinco días”, señaló Claudia Velásquez, experta en el sector aéreo.

Teniendo esto en cuenta, el país podría verse afectado a partir del 31 de agosto, en caso de que se tarde el suministro importado para compensar estos faltantes.

“Esta es la razón por la cual las aerolíneas están preocupadas, porque el periodo de contingencia es muy corto y los procesos y procedimientos de importación pueden ser superiores a este plazo. Entonces yo considero que sí es importante que dentro de estos planes de contingencia que están previamente establecidos y las reservas que se mantienen para el sector aeronáutico, se debería hacer una valoración de incrementar esas reservas para un periodo superior a cinco días, de tal forma que haya mayor tranquilidad para que las aerolíneas puedan seguir prestando el servicio público sin inconvenientes y sin afectar la conectividad en el país”, puntualizó Velásquez.

PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio