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10 feb 2020 - 10:26 p. m.

Donas representan 70% de las ventas de Dunkin’ en Colombia

El país verá, poco a poco, cómo la marca acorta el nombre, atendiendo las directrices a nivel global, pero sin dejar su producto estrella. 

Dunkin’

Miguel Merino, presidente de Dunkin’ en Colombia, habla del plan de expansión.

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Portafolio
10 feb 2020 - 10:26 p. m.

La marca Dunkin’ Donuts pasa a llamarse Dunkin’ en Colombia por una disposición global de la marca. Pero eso no quiere decir que su producto estrella, las donas, dejarán de ser prioridad en la oferta.

Así lo señala el presidente de la marca en el país, Miguel Merino, quien resalta cómo ese producto representa 70% de sus ventas, con un consumo diario de 80.000 unidades. El directivo explica la estrategia de crecimiento que le permitirá tener 250 puntos al 2030.

(Así está el negocio de las donuts en Colombia). 

¿Cuál es el cambio?

Siguiendo los lineamientos de la casa matriz en EE. UU., sobre el propósito y espíritu permanente de innovación, se suprime las palabras Donuts de su identificación inicial. En el 2018 empezaron el proceso de cambio allá. La idea es volver más universal la operación y no enfocada a las donuts o al café. La verdad es que el sector de alimentos y, en este caso, el de la comida rápida tiene que estar en una permanente renovación, interpretando las tendencias de los consumidores.

Vieron la necesidad de que Dunkin’ ampliara su portafolio de productos y consideraban que el nombre estaba focalizado en las ‘donuts’, cuando ahora la filosofía es que sea un sitio visto como un centro de bebidas, ‘snacks’ y sándwiches, sin dejar de ser un producto importante.

¿Pero seguirá presente?

Sí, en este momento eso depende del país o de la región. En Estados Unidos, la tendencia es más hacia el café y las bebidas frías. Pero en los demás países es el producto estrella. En Colombia hoy es el producto fundamental y clave de la marca y, como tal, se seguirá manteniendo como la gran impulsora de toda su actividad económica. Más o menos, en este momento, el 70% de las ventas de Dunkin’ son a través de la donas.

¿Habrá un mensaje al cliente en ese sentido?

Sin lugar a dudas. Además, porque es un cambio gradual, no será de la noche a la mañana. Los puntos de venta que se inauguren llevará el logo de Dunkin’.

¿Y en Colombia cuánto tardará ese cambio?

El cambio será gradual. Posiblemente, en la presente década en Colombia no desaparecerá totalmente la marca Dunkin’ Donuts. No obstante, ya hemos abierto tiendas con el logo nuevo. El año pasado abrimos 4 en Bogotá y de aquí en adelante el desarrollo que hagamos va a ser así. Pero tenemos 190 que todavía están posicionadas en el corazón de los colombianos con el nombre anterior. En total hoy tenemos 194.

¿Y el crecimiento sigue?

Es que en el mercado colombiano hay mucha posibilidad de desarrollo de la marca y lo hemos hecho de una manera prudente y gradual, porque nuestra empresa es una organización que se basa más en el concepto no de ser, sino de permanecer. En el presente año esperamos llegar a los 200 puntos en el mercado nacional.

¿Y hacia adelante?

Con Estados Unidos tenemos un convenio en que abrimos 7 en el 2020, 7 en el 2021, y 11 en el 2022. Ese es el plan. La idea es que de aquí al 22 vamos a tener 218. Ahora que estuvo la semana pasada el nuevo vicepresidente para América Latina miramos del 2020 al 2030 y el propósito es terminar con 245.

¿Cuál es el consumo de donas en Colombia?

80.000 unidades al día.

¿En dónde falta presencia?

Realmente, en el oriente colombiano, especialmente Bucaramanga y Cúcuta. Igualmente, en la región Caribe, uno creería que podemos tener más puntos en Santa Marta, Cartagena, Valledupar y Sincelejo. En el sur del país, no estamos en Popayán ni en Pasto.

(Superindustria protege el nombre Dunkin' Donuts). 


Pero queremos ser fuertes en pocas partes y no débiles en muchas. En todo caso, queremos ser muy sólidos en Bogotá, pero no por eso descartamos el desarrollo en las 9 ciudades en donde estamos como Medellín, Cali, Palmira, Armenia, Pereira, Manizales e Ibagué.

¿Qué cambia en la oferta?

Trabajamos para introducir nuevos productos del campo de la pastelería y la panadería al menú, pero todo estaría basado no en un cambio trascendental, pero sí hay una serie de productos que los colombianos consumen y podrían estar allí y debemos tratar de que haya una oferta más notoria de productos de sal, no solo la donuts, porque la gente la demanda.

¿Qué inversiones tienen programadas?

Como el proceso no es radical, vamos a ir haciéndolo en los puntos de venta nuevos y en los productos de mercadeo y publicidad hacer énfasis en la palabra Dunkin’. La inversión estimada es de $1.500 millones en nuevos locales.

¿Cómo ve las ventas?

Estamos gratamente sorprendidos con la actividad económica que tiene el país en este momento. La verdad es que a partir del segundo semestre del año anterior, hemos notado una vocación de consumo de parte de los colombianos que nos ha favorecido en las ventas. Soy muy optimista, el año va a ser muy próspero y nos va a permitir, ya que fue ratificada la Ley de Financiamiento, que las empresas crezcan y ofrezcan oportunidades de empleo.

(¿Por qué a Dunkin' Donuts ya no le gustan las donuts?). 


¿Cuánta gente emplean y cuántos son jóvenes?

Hoy en día, el 80% de nuestros colaboradores son personas de menos de 30 años. Estamos hablando de 1.250 empleos generados.

¿Cómo ve el debate sobre flexibilidad laboral?

Es algo que deben estudiar con mucha seriedad el Gobierno con los gremios, los empresarios e, incluso, las centrales obreras. Deben mirarlo como un cambio que se requiere y se necesita. Los países y la revolución digital que estamos viviendo conlleva a que existan nuevas formas de ejercer el trabajo, con formas laborales nuevas, que ya no requiere la estructura anterior del trabajo por 8 horas y de lunes a sábado.

Hay quienes piensan que eso puede afectar al trabajador...

En ningún momento. Lo que pasa es que triste y dolorosamente en el país, parece que los colombianos tenemos unos genes no para hacer, sino para no dejar hacer. Y cuando uno mira los países desarrollados se encuentra con que evidentemente esos mercados dan respuestas económicas a la gente. En Estados Unidos se paga por horas. Ahora, el temor de que el empresario va a abusar no es cierto, porque eso es cuestión de reglamentación. Así como se establece un salario mínimo mensual, también se debe fijar un salario mínimo por hora, en el cual estén involucrados todos los componentes prestacionales que existen. Igualmente, algunas empresas seguirán con el sistema tradicional de las 8 horas, pero a veces en sectores como alimentos y gastronomía, los fines de semana se podría contratar más porque se demandan más trabajadores. Soy un convencido de que eso se debe aplicar. 

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